Un debut en cero. El arribo de Maxi Rodríguez a un equipo sólido que mantuvo al capitán Lucas Bernardi y a su técnico Gerardo Martino generaron una expectativa que se fue desinflando en el partido inicial ante Independiente, que finalizó sin goles, pobre en llegadas y en nivel de juego.

La Lepra fue más que su rival, que casi no propuso nada en términos ofensivos, pero careció de peso en el área rival. Mauricio Sperduti estuvo lejos de ponerse el traje de nueve goleador y si bien La Fiera y Víctor Figueora estuvieron movedizos, no hubo una conexión entre los hombres de arriba.

En el primer tiempo, el equipo rojinegro tuvo más la pelota y las mejores ocasiones, aunque no fue claro ni preciso en el tramo final del ataque como para vulnerar a Hilario Navarro.

A los 8 minutos, La Fiera pareció decir: "Acá estoy yo". Cuando pasaba poco, Maxi trabó en la mitad de cancha y la pelota se pinchó.

Después de esa acción hubo una ráfaga de cinco minutos en que La Lepra arrimó peligro al arco rojo, con un tiro de Figueroa violento pero a cualquier lado y otro de Pablo Pérez desde el piso, aunque sin potencia.

A los 22 el que se perdió una buena chance fue el 11. Tras un buen centro de Pérez, tres jugadores leprosos quebraron el achique de la visita y Maxi, tan sólo ante Navarro que pareció en off side, cabeceó débil a las manos del Uno.

La última del primer tiempo fue para Pablo Pérez. El volante sacó un derechazo potente de afuera del área que se fue apenas arriba.

El complemento no modificó el escenario. Ambos repitieron su libreto y no quebraron sus limitaciones -las de Newell´s en materia ofensiva, las de Independiente díficil de precisar porque careció de actitud-.

Lucas Bernardi tuvo una chance a los 2 minutos pero no pudo controlar la pelota en el área y después Vergini sacó un lindo derechazo que bajó detrás de Navarro, pero lo hizo tarde, en el techo del arco.

Esas dos y aquella de Maxi en el primer tiempo fue lo más claro para el local. Cero como el tanteador fue el conteo de jugadas de riesgo para el Rojo. Porque uno pudo y el otro no quiso, el empate no está mal. Después de todo, ambos buscan acomodar el equipo para dar la misma batalla: sumar y escapar a la zona roja de los promedios.

En esa misión, Newell´s volvió a mostrar solidez abajo (bien la dupla Víctor López-Vergini) y en la mitad (Villalba junto a Bernardi cumplieron), pero serias carencias en el tramo decisivo. Un déficit que Martino deberá trabajar.