Newell’s no pudo cumplir con su parte para sumar una nueva estrella a su rica historia, ya que este domingo perdió como local ante San Lorenzo y permitió que Banfield se transforme en el nuevo campeón del fútbol argentino pese a perder a su vez ante Boca en la Bombonera. La Lepra cayó por 2-0 –mismo resultado de la derrota del Taladro– y se quedó en la puerta del título, a dos puntos del primero.

Fabián Bordagaray fue quien le dio un doble golpe a la ilusión rojinegra, que se manifestó con una fiesta en el Coloso, al marcar los dos goles para el triunfo del conjunto del Cholo Simeone. Antes, Sebastián Peratta le había atajado un penal a Cristian González.

El partido comenzó con gran intensidad pero las emociones fueron a favor de la visita, que a los 8 minutos tuvo su primera gran chance de ponerse arriba tras una falta sobre Bordagaray en el área que el árbitro Héctor Baldassi sancionó con penal.

El Kily, símbolo canalla, agarró la pelota y se hizo cargo del disparo, pero Sebastián Peratta le adivinó su intención y voló al palo elegido por González, que vio cómo su tiro era desviado al corner por el arquero.

Pero Bordagaray volvió a ser un protagonista clave un minuto después, luego de recibir un gran saque largo de Pablo Migliore, dominó la pelota en área leprosa y con comba la puso por arriba de Peratta, que nada pudo hacer para evitar el 1-0 para el Cuervo.

Lo que siguió en el primer tiempo fue todo para Newell’s, aunque los de Roberto Sensini manejaban la pelota sin poder saber cómo lastimar a su rival.

Recién en los minutos finales de la etapa el Rojinegro hizo méritos para igualar, sobre todo con disparos que llegaron desde la media y larga distancia, con Mauro Formica, Juan Quiroga, Lucas Bernardi, Alexis Machuca –titular por el desgarrado Rolando Schiavi– y Jorge Achucarro, pero la falta de puntería y la buena tarde de Migliore mantenían arriba a los del Cholo Simeone.

En el complemento la Lepra fue con paciencia a buscar el empate para luego ir por los tres puntos. Aunque el pelotazo al goleador Joaquín Boghossian comenzó a imponerse al rato como la principal vía del local para arrimar peligro.

Pero el uruguayo no contó con la suerte que lo acompañó a lo largo de esta campaña y no contó con ninguna jugada del todo clara para anotarse en la red.

La motivación de Newell’s acusó el duro golpe que significó el 2-0, luego de una escapada por derecha que terminó con un centro atrás para la llegada de Bordagaray por el centro, y la figura de la jornada no perdonó.

El delantero también pudo ampliar con un tiro en el palo cuando el local ya estaba rendido, ya sin tiempo material para marcar tres goles y darlo vuelta.

La gente en las tribunas intentó tapar la tristeza con un permanente aliento al equipo, a modo de reconocimiento a la buena tarea del plantel en este Apertura, en el marco de un gran año institucional para el club del Parque.