Un invento menos para Argentina. El alfajor ya nada tendría que hacer junto a la birome, el tango o el colectivo. Según reveló la presidenta Cristina ayer, esta golosina tan popular en el país viene de una tradición árabe.

De acuerdo a lo publicado hoy en La Nación, Fernández confesó haber descubierto que "los alfajores, que estaba convencida que eran un invento argentino", son en realidad "un arte culinario" de los árabes. Lo admitió en Lima, Perú, en la Cumbre de América del Sur y Países Arabes (ASPA), donde resaltó los fuertes lazos entre esa comunidad y la Argentina.

"Debo contarles un secreto", relató a sus pares de esos dos bloques mundiales, "cuando miraba el video que preparó Perú para mostrarnos la unidad de la cultura árabe y la América del Sur, descubrí que los alfajores, que estaba convencida eran invento argentino, son en realidad un arte culinario de ustedes".

"Debí presuponerlo –observó– porque estaban con el prefijo 'al' y todos sabemos que en la cultura hispana todo lo que está con prefijo 'al' tiene origen arábigo", explicó.

La historia del alfajor registra que aunque se hace en la Argentina hace más de 100 años es una golosina traída por los inmigrantes árabes. Sin embargo, en el país le realizaron una serie de modificaciones, como por ejemplo, se le agregó el dulce de leche, también considerado un invento argentino.