Nigeria e Irán protagonizaron este lunes un aburrido partido que terminó en empate, el primero en lo que val Mundial y además el primer encuentro sin goles.
El choque, por el grupo F (que lidera Argentina tras la victoria ante Bosnia), se jugó en Arena da Baixada de la ciudad de Curitiba y fue arbitrado por el ecuatoriano Carlos Vera.
Africanos y asiáticos luchan por una de las plazas de la zona que los deposite en octavos de final, y siguen con chances luego de la primera fecha pero deberán mejorar el juego y la puntería para pelear esos lugares con Argentina y Bosnia, hasta aquí los que más mostraron, aún sin brillar.
Nigeria, actual campeón de Africa y comandada por Stephen Keshi, dominó el desarrollo del juego, pero pecó de falta de ideas para llegar al gol que le permitiera sumar los tres puntos, vitales en su afán por cortar la racha de eliminaciones en primera ronda de sus últimos dos certámenes de Japón-Corea 2002 y Sudáfrica 2010.
Por su parte, Irán, con el portugués Carlos Queiroz como DT, planteó una estrategia para no perder y si es posible sorprender a su rival y estuvo cerca, pero celebró finalmente el hecho de haber sumado por tercera vez en un Mundial tras el 2-1 a Estados Unidos en Francia 1998 y el 1-1 con Angola en Alemania 2006.
En el primer tiempo, Nigeria se adueñó del balón y generó serio peligro en el inicio ante una defensa de Irán que arrancó nerviosa y con dudas. Hubo un gol anulado por falta al arquero y luego un centro de Emmanuel Emenike que no pudo conectar Ahmed Musa, y luego Ogenyi Onazi tomó el rebote pero su remate se fue afuera.
Todo en los primeros 10 minutos, porque luego el ritmo decayó, los asiáticos se afirmaron en el fondo y todo se tornó trabado con los africanos en campo rival pero saber cómo crear peligro.
En la segunda etapa, el desarrollo prácticamente fue similar con Nigeria con el balón en su poder pero sin poder penetrar y un Irán, que de todos modos se mostró un tanto más osado y hasta supo llevar preocupación para las Súper Aguilas.