Los resultados de la última prueba TERCE de UNESCO ratifican lo que ya se conoce por experiencia: los alumnos que fueron a preescolar aprenden más en la primaria.

El estudio TERCE evaluó a los alumnos de 3° y 6° grado en 15 países de América Latina, y comprobó que quienes asistieron a preescolar obtienen entre 9 y 30 puntos más que aquellos que no lo hicieron, una medida señalada como “estadísticamente significativa”.

Estos hallazgos se suman a los de las pruebas PISA, que midieron el impacto del jardín de infantes en la educación secundaria (ver RECUADRO), y reconfirman las ideas del Premio Nobel de Economía James Heckman, quien concluyó que la inversión en políticas para la primera infancia es más “rentable” que invertir en cualquier otra edad, para mejorar tanto la educación como la salud de los chicos.

Argentina tiene una de las tasas de cobertura de nivel inicial más altas de la región, solo por detrás de Chile, según UNESCO. Desde este año, la sala de 4 es obligatoria en todo el país; la ley también obliga a las provincias a “universalizar los servicios educativos para niños de 3 años”. El único país latinoamericano con más años de escolaridad garantizados por ley es México –allí la sala de 3 ya es obligatoria–, pero las tasas de cobertura de ese país son más bajas que las argentinas.

El jardín de infantes es el nivel educativo que más creció en la última década: la matrícula aumentó un 26,7% en las salas de 3 a 5 años entre 2001 y 2014, lo que implica que 335.537 alumnos se incorporaron a la escuela.

El informe TERCE dice que la expansión de la cobertura del nivel inicial es clave para lograr una mayor igualdad de oportunidades. Pero aclara que el aumento en la cobertura de la educación preescolar “no es suficiente si no se asegura una educación de calidad” en cuanto a los espacios, los materiales, el cuidado y la formación docente.

Los beneficios de ir al jardín se sienten no solo en primaria: en la secundaria, quienes hicieron más de un año de nivel inicial tienen mejores desempeños que sus compañeros que, por distintos motivos, se quedaron en casa cuando tenían 3 o 4 años. La conclusión surge de la última prueba PISA: los alumnos de 15 años que cursaron más de un año de jardín tienen mejores resultados en matemática en el nivel medio. La Argentina es uno de los 10 países donde el jardín deja una huella mayor: los chicos argentinos que fueron al jardín lograron un rendimiento 10% más alto (sacaron, en promedio, 42 puntos más en PISA). En ningún otro país latinoamericano la diferencia fue tan amplia.

La Argentina está cerca de alcanzar la universalización de la sala de 5 (la cobertura es 97,3%), y también ha logrado alta inclusión en sala de 4 (84,1% de asistencia, según datos oficiales), aunque aún persisten grandes disparidades entre provincias.