El ministro del Interior, Aníbal Fernández, advirtió este miércoles que "las iglesias católicas se están utilizando como unidades básicas y eso no está bien", a la vez que reiteró críticas hacia el vocero del Episcopado, Guillermo Marcó, porque "eligió expresiones que nos parecen un insulto al presidente de la Nación". 

Sin embargo, el funcinario negó que exista un conflicto entre el gobierno y la iglesia. Pero advirtió que se siente "dolido", porque "hubo insultos a la persona del presidente de la Nación que en la Argentina tienen que olvidarse, y mucho menos viniendo del vocero del Episcopado".

Marcó había señalado que "el Presidente de la Nación alienta los odios", en referencia a la interna política en la provincia de Misiones.

De todos modos el ministro rechazó que exista un alejamiento entre gobierno e iglesia, aunque admitió que existen "discusiones", al poner como ejemplo la posición asumida en Misiones por el ex obispo, monseñor Joaquín Piña, opositor a la posible reelección del gobernador Carlos Rovira.

En ese contexto Fernández ratificó el apoyo de la administración nacional a la reelección de los gobernadores, porque "no llegan de guapo, sino por el voto popular y es la gente quien tiene que decidir, como en el caso de Misiones".

"Si el (ex) obispo (de Misiones, monseñor Piña) no está de acuerdo, que actúe como político, no como un obispo", enfatizó Fernández, quien habló con la prensa en La Rioja tras una reunión con el gobernador µngel Maza y fuerzas políticas locales, en la que se impulsó una reforma electoral para dar mas espacio a la oposición en la unicameral Legislatura.