Aún no hay papa. Los 115 cardenales reunidos en cónclave en la Capilla Sixtina no pudieron definir este martes quién de ellos será el sucesor de Benedicto XVI. La elección se trasladará al miércoles, donde se realizarán dos votaciones a la mañana y dos a la tarde.

Los cardenales dieron inicio a la ceremonia que se espera que un máximo de cinco días le entregue al mundo el nombre del flamante papa de la Iglesia Católica, tras la renuncia de Benedicto XVI. Y pasadas las 15.30, hora local, se vio la fumata negra.

Ahora, deberá esperarse un día más para un nuevo encuentro en que acordarán o no quién serpa el nuevo pontífice.

Decenas de miles de personas se congregaron en la plaza de San Pedro para seguir el evento en directo, desafiando la lluvia y el frío reinantes hoy en Roma.

El humo negro salió por la chimenea durante un buen rato, para que no quedasen dudas de que era de ese color.

La normativa vaticana establece que para ser elegido papa son necesarios dos tercios de los votos, por lo que al ser 115 los cardenales electores, se necesitaban 77 votos, que ningún candidato logró.

Si después de esos tres días ninguno ha alcanzado los 77 votos, se procederá a una jornada de reflexión y plegarias en la que no se votará. Después se reanudarán las votaciones para otros siete eventuales escrutinios.

Si tampoco ha salido papa, se procederá a una nueva jornada de reflexión y después a otros eventuales siete escrutinios. Si sigue sin haber "fumata blanca", habrá otra pausa de reflexión y otros siete escrutinios. Y así hasta 34.

A partir de ese momento, se elige entre los dos cardenales más votados, pero éstos no podrán participar en la votación.

Benedicto XVI fue elegido el 19 de marzo de 2005 en la cuarta votación, Juan Pablo II el 16 de octubre de 1978 en la octava votación y Juan Pablo I el 26 de agosto de 1978 en la cuarta.