Debido al intenso calor, el británico Joey Barge fue a trabajar a la oficina en pantalones cortos y no lo dejaron ingresar por no cumplir con la normas de vestimenta la empresa. El joven regresó a su casa, se puso un vestido de mujer y volvió.

El particular hecho ocurrió el lunes, el joven lo dio a conocer a través de las redes sociales y se viralizó. “Cuando quise entrar a mi trabajo me dijeron que mi vestimenta era inapropiada”, contó Barge a Mail Online y explicó que su primera reacción fue decirles a quienes no le permitían el ingreso que “si las mujeres pueden llevar pollera y vestidos al trabajo, por qué puedo yo no puedo ponerme estos pantalones cortos”. Como respuesta recibió un rotundo “no”.

Joey no se dejó amedrentar y a partir de ese momento comenzó a hacer un relato con imágenes a través de su cuenta de Twitter. Consiguió un vestidos de mujer, se lo puso y volvió a su puesto de trabajo. Se lo dejó durante toda la jornada laboral y se negó a cambiárselo.

"Dijeron que era demasiado colorido y me preguntaron si quería ir a casa para cambiármelo, porque tras mi protesta habían decidido permitirnos llevar shorts. Yo les contesté que estaba bien así", contó Barge.

A partir de esta particular protesta la empresa modificó las normas de vestimenta y permitió el ingreso de los hombres en bermudas. “No tienen que ser muy cortas y de color negro, azul oscuro o beige”, explicó.

Este no fue la único reclamo que se llevó a cabo en Europa debido a las altas temperaturas, varios conductores de autobús de la ciudad de francesa de Nantes fueron al trabajo en pollera para protestar contra las reglas de su empresa que no les permite ponerse pantalones cortos.