“No me comparen con Roxana Latorre”. María del Carmen Alarcón dijo que su actitud de pasar del gobierno provincial al gobierno nacional no tiene “nada que ver” con la actitud de la senadora que firmó el despacho para la prórroga de facultades delegadas, lo que motivó su expulsión del reutemismo.

“Yo no fui vocero de ningún político. Soy una dirigente que llevó un papel con una idea, como ya hice muchas otras veces. Sólo que esta vez no se tiró a la basura, alguien lo leyó, y a las 48 horas aceptaron la ida y me ofrecieron el lugar”, dijo en referencia a su desembarco en la flamante Secretaría de Integración Nacional.

En diálogo con el programa A diario, de Radio 2, Alarcón sostuvo que las críticas la va a contestar “con las acciones”. “A los que tratamos de hacer siempre nos critican”, afirmó.

“No voy a renunciar a mi convicción ni a mi objetivo. Qué papel cumplo como dirigente política si no puedo responder a la pregunta sobre cómo salimos del conflicto”, argumentó.

Solucionar la pelea gobierno-campo será, justamente, la tarea a la que se abocará. “Voy a poner mi granito de arena para empezar a destrabar un conflicto que no le hace bien a nadie”, enfatizó.

En ese sentido, sostuvo trabajará con una “acción política directa con el sector para destrabar cuestiones a vces cotidianas, simples”.

La funcionaria asumió que el tema retenciones, a las que siempre criticó, será complejo de abordar. “No voy a ser la herorína que diga pasemos de 35 por ciento a cero”, se atajó.