El juez Marcelo Molina, quien estuvo a cargo del caso de la joven paraguaya que dejó a su beba recién nacida en el hospital Centenario, explicó que se trató "no de una mamá abandónica, sino de una mamá en una situación desesperada económica y socialmente". Y destacó que todos los involucrados en el tema "trabajaron en conjunto" para lograr "el mejor destino para la bebé". La decisión judicial fue que la chiquita retornara con su mamá biológica, quien tendrá en el proceso de crianza el apoyo de su familia.

"Antes de conocerla (a la mamá) habíamos puesto el acento en no estigmatizarla, habíamos sugerido no usar el término abandono", recordó el magistrado, en diálogo con el periodista Roberto Caferra (Radiópolis, Radio 2). Detalló que la joven parturienta contó con abogado, que fue atendida por psicólogo y psiquiátra, que tuvo el apoyo del consulado de Paraguay y que la joven incluso se entrevistó con la familia de guarda que cuidó a la nena tras su salida del hospital. El magistrado sostuvo que "entre todos" se trabajó para "saber qué había pasado" y "cómo podíamos buscar el mejor destino para la bebé".

"Se trata de una mamá humilde, que ha nacido en Paraguay, no en la capital sino en el interior. Que tiene una serie de valores culturales" que la llevaron a ocultar el embarazo a su familia, destacó. "En Rosario, va al hospital, tiene a la criatura, le da de mamar y en el momento en que debe enfrentarse a su familia se encuentra en una situación complicada", describió.

Afortunadamente, la situación logró ser revertida y en eso se basa el fallo . "Cuando ve que su familia por el contrario de lo que pesanaba, la apoyaba y se encontraba en situación de contención ahí ella pudo reflexionar y desandar sus pasos", contó. "Lo hubiera hecho antes si no hubiera estado en situación de detención", reflexionó.

El magistrado consideró que este caso "a muchos nos tiene que servir de experiencia". Entre otras cosas, destacó "la necesidad de tener familias solidarias" porque en este caso había que sacar a la beba del hospital. "Este matrimonio fue fundamental en destrabar una situación muy urgente que se daba , la nena corría el riesgo de una enfermedad intrahospitalaria. Ellos hicieron un trabajo para llevarla de la mano a su mamá biológica", destacó. Además, el juez subrayó "el trabajo coordinado" entre los diferentes actores del caso y pidió: "Debe ser algo que se instale definitivamente".