El caso de la modelo brasileña de 21 años que murió por anorexia en noviembre abrió los ojos a quienes participan de la industria de la moda en el país vecino. En ese marco, ya se habían desarrollado algunas actividades para evitar que las chicas hiperflacas, cuyo peso no se corresponde con su altura, subieran a la pasarela.

La segunda parte de la cruzada tiene que ver con la edad: los organizadores de la Semana de la Moda de Sao Paulo prohibieron la participación de modelos menores de 16 años en esa actividad como parte de un esfuerzo por concientizar al público sobre desórdenes alimenticios.

"En París y Milán las modelos menores de 16 años no pueden participar en este tipo de eventos", aseguró una vocera de la agencia Ford Models. "En Brasil, esta es una nueva política".

La Semana de la Moda de Sao Paulo, programada para enero, agregó la edad mínima a un requisito previo según el cual las modelos deben presentar un certificado médico firmado que confirme que están sanas.

"La belleza y la moda son cosa de salud en primer lugar", dijo en un comunicado el director creativo del evento.

Las modelos jóvenes ansiosas de iniciar sus carreras se frustrarían de no alcanzar el éxito inmediato, sostuvo la organización en un comunicado. Si creen que el camino al éxito es estar más que flacas, se morirían de hambre para alcanzar la figura deseada.

No se trata de una medida inédita. De hecho, en septiembre, la Semana de la Moda de Madrid prohibió modelos con un índice de masa corporal menor de 18. El índice es el cálculo comúnmente usado por los médicos para estudiar la obesidad, y cualquier persona con uno menor a 18,5 es considerado de bajo peso.

Aunque el evento de Sao Paulo no exige ningún un índice de masa corporal, está claro que en el mundo de la moda de Brasil algunas cosas están cambiando.

El caso de Ana Carolina Reston, quien murió por una infección generalizada ocasionada por anorexia nerviosa, fue extremo. La modelo medía 1,72 metros pero apenas pesaba 40 kilos al momento de su muerte.