Un viaje de placer, un regreso de pesadilla. Eso vivió Ana, una vecina de la zona sur de Rosario, que al volver a su casa este lunes, en el cierre del fin de semana largo, se encontró no sólo con que le habían robado dinero y joyas, sino que además los ladrones defecaron arriba de su cama.

Ante la ausencia de Ana, la casa no quedó sola. Su perro caniche estaba allí y por eso la hija de Ana fue un par de veces a alimentarlo. A la segunda, se encontró con un panorama desolador. Vio que habían comido a la cocina y, al entrar al dormitorio de la madre, había una sorpresa: no sólo faltaba dinero y joyas, sino que además había orina y excrementos sobre la cama.

Ana contó al programa Diez puntos, de Radio 2, que el dinero que se llevaron los ladrones lo había obtenido su marido por una indemnización por un grave accidente. “No forzaron nada, fue como si supieran donde estaba”, afirmó. Lo mismo con algunas joyas que ella guardaba. Tampoco habían forzado la puerta para entrar.

Pero la pesadilla continuaba. Según contó la mujer, cuando este lunes fue a la policía le dijeron que no tocara nada hasta que la sección Rastros fuera a su casa. Cosa que no había sucedido aún el martes a media mañana. Los excrementos, mientras tanto, seguían sobre la cama.