“Están insoportables”, dice un hombre mientras agita los brazos alrededor de su cuerpo. “Hay que moverse para sacárselos de encima”, recomienda una mujer. “A la noche se va a poner peor”, advierte una joven mientras lee un libro y empieza a caer la tarde.

No es el comienzo de una película de suspenso sino la cotidiana lucha de los rosarinos contra la invasión de mosquitos que padece la ciudad. Los testimonios fueron recogidos por la cámara de Telenoche este viernes a la tarde.

Pero hubo testimonios felices entre esa nota que se emitió por Canal 3: los comerciantes. “La venta de repelentes es intensa, la gente se lleva de a dos productos”, contó una empleada de un local céntrico. “Es increíble, ayer se agotó todo y hoy tuvimos que reponerlo”, relató otra.

Además, según pudo constatar Rosario3.com, conseguir el tradicional pomo de off en crema no resulta una tarea sencilla por estos días. ¿Habrá un peor castigo que pasar el húmedo verano local junto a los molestos insectos y con escasez de repelente?