La Junta de Salud de Nueva York votó por unanimidad un proyecto para prohibir a los 20.000 restaurantes de la ciudad servir comidas que contengan un alto porcentaje de grasas artificiales, publicó el diario The New York Times.

Las grasas artificiales son ingredientes modificados químicamente, considerados por doctores y nutricionistas como los responsables de causar un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.

La decisión no fue aún confirmada por la Junta, la cual mantendrá una sesión abierta para escuchar opiniones sobre el tema el próximo 30 de octubre, antes de realizar una votación final.

De ser aprobada, la medida sería la primera en una ciudad estadounidense en limitar el uso de este tipo de grasas en restaurantes, señala el diario. Chicago está considerando un plan similar para restaurantes pequeños.

La ley en Nueva York afectaría a toda su industria de la gastronomía, desde McDonald’s hasta los restaurantes más sofisticados.

La ciudad impondría un límite de medio gramo de grasas artificiales. Este tipo de grasas son comúnmente utilizadas en repostería, como también en panes y condimentos para ensaladas.

Según los expertos, los estadounidenses consumen diariamente unos 5,8 gramos de grasas artificiales, mientras que una porción de papas fritas tiene 8 gramos de grasas artificiales.

Los miembros de la Junta señalaron que Nueva York podría dar el ejemplo, ya que la ciudad tiene uno de los más altos porcentajes de enfermos del corazón y sus habitantes consumen una gran cantidad de alimentos provenientes de restaurantes.

La propuesta fue rechazada de inmediato por los dueños de los establecimientos culinarios, quienes afirmaron que esta medida elevaría sus costos y cambiaría el sabor en ciertos platillos.

Las grasas artificales derivan parcialmente de los aceites hidrogenados, una opción que se popularizó en los años 50 para reemplazar las grasas saturadas como la manteca. De esta forma, los restaurantes pueden utilizar el aceite para freir alimentos una mayor cantidad de veces.

Si la medida es adoptada en diciembre, los restaurantes tendrán hasta julio del año próximo para eliminar aceites y margarinas de sus recetas.

Hace tres años, la ciudad prohibió el consumo de cigarrillos en restaurantes pese a las protestas de fumadores y dueños de locales. Sin embargo, esta medida fue imitada por numerosas ciudades en Estados Unidos.



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