Como una pata más en la discusión por la nueva ley de educación, los padres también opinan sobre qué educación quieren para sus hijos. En el caso de una escuela rosarina, la Nº 83 Juan Arzeno, el 85 por ciento de los padres apoyó la reforma (332 sobre 390) y la mayoría se manifestó a favor de una educación de mejor calidad que la actual. Además, aceptaron que el nuevo sistema tenga características similares en todas las provincias (el 87 por ciento) y que incluya la obligatoriedad del secundario (el 92 por ciento).

Primero fue el turno de los docentes. Por orden ministerial, cada escuela ha promovido debates, discusiones y jornadas especiales de consulta para que todos los protagonistas de la comunidad educativa se expresen acerca de la nueva Ley de Educación Nacional.

Ahora los padres, al menos lo de la Arzeno, hacen hincapié en la conveniencia de que se actualicen los contenidos cada cinco años, que haya más posibilidades de acceso a la educación inicial y que se incorpore la Informática a los contenidos básicos.

Muy pocos padres se excusan de opinar, bajo el “no sabe, no contesta”. Por el contrario, la gran mayoría expresa que en la gestión de la escuela deben intervenir docentes, estudiantes, padres y la comunidad. Sugieren que las escuelas medias deben generar actividades de extensión cultural, artística y deportiva y asignan al Estado un rol fundamental como garantía de la formación docente (similar en todas las provincias del país).

A la hora de analizar la función de la escuela en la vida de los alumnos, la mayor parte de los encuestados se manifestó a favor de que las instituciones educativas preparen a los egresados para trabajar y para realizar estudios superiores.