Claudia Bonato

Este 17 de junio se celebra el Día del Padre, una fecha que muchos hijos aprovechan para homenajear a su progenitor con regalos o un almuerzo tradicional que una a la familia. Pero las sociedades cambian y con ellas también la idea de familia que comprende no sólo al grupo constituído por mamá, papá e hijos, sino también a las diversas variantes que tomaron forma a partir de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.

En julio de 2010 se promulgó en Argentina la Ley de Matrimonio Igualitario y numerosas nuevas familias se conformaron –o se consolidaron legalmente– a partir de entonces. Muchos de los que ya estaban en pareja avanzaron en la idea de tener un hijo que les permitiera cumplir su postergada vocación de padres y madres y hoy lo celebran junto a sus niños.

Tal es el caso de Pablo que se casó hace casi dos años con Fernando, en Buenos Aires, tras 14 años de convivencia y desde 2011 tienen la guarda de un nene de 6 años, cuya familia no podía criarlo.

“Este es nuestro primer Día del Padre con Facundo y los vamos a festejar sin dudas, porque somos muy familieros –dijo Pablo a Rosario3.com– . Él sabe perfectamente que Fernando y yo somos sus papás del corazón, conoce a su familia biológica, ve periódicamente a sus hermanos y nunca nos dijo que quería volver con ellos. Vive como cualquier otro chico, con las inquietudes propias de su edad”, señaló.

Según describen ambos padres, están en vías de tramitar la adopción plena del niño de 6 años, pero no se desesperan por eso, sino que tratan de ir viviendo cada momento como se presenta.

Facundo va a una escuela de gestión pública que les dio apoyo en todo momento, desde el ingreso. Jamás los discriminaron por su condición de pareja homosexual y ellos responden a cada requerimiento de la institución de la forma que creen más beneficiosa para el niño. “Estamos siempre presentes en la escuela, cada vez que nos necesitan”, y eso es muy valorado por las maestras”, afirma Pablo.

“En nuestra pareja –cuentan– no hacemos diferenciación de roles entre mamá y papá. Ambos somos padres, así que este domingo celebraremos los dos, y nuestra familia extendida (abuelas y tías) ya están organizando con Facundo el festejo con regalo incluído, algo de lo que nosotros no debemos enterarnos”, porque es «una sorpresa»”, dice Pablo.

El niño ya empezó a preguntar a sus padres por qué no hay una mamá en la casa que habitan, o por qué cada uno de ellos no se casó con una mujer. “Nosotros le respondemos de acuerdo a lo que él plantea y en la escuela no tiene problemas por el tradicional «regalito para papá» porque no acostumbran celebrar los días de la madre y del padre por separado. En octubre, el festejo del Día de la Familia reúne a todos los integrantes del grupo familiar, cualquiera sea su constitución”, explica Pablo y agrega que cuando Facundo se enoja con alguno de sus papás, les dice “tío” para demostrar su enojo. Luego se le pasa y se ríe de lo que dijo, cuenta Fernando.

Mis dos mamás

Otra familia homoparental es la que integran las rosarinas Selva, Laura y el pequeño hijo de ambas, M., que también tiene 6 años y fue concebido mediante una inseminación artificial practicada a Selva que es su madre biológica.

“Recién ahora M. está empezando a hacer comparaciones con otros chicos y otras familias y nos pregunta por qué tiene dos mamás, aunque hasta ahora, nunca se manifestó como un problema. Él quiere saber, le explicamos sobre nuestras convicciones y él escucha. Hace poco cambió de escuela y el primer día fue a decirle a la maestra que él tiene dos madres”, cuenta Selva, a Rosario3.com.

Según relata la pareja, en anteriores días del padre, M. le obsequió presentes a sus tíos y abuelos; pero ellas no acostumbran celebrar los “días de”, tampoco el día de la madre. Por eso, no las moviliza esta celebración, aunque reconocen que lo más difícil de procesar es “el bombardeo publicitario que incita a comprar cosas para papá”.

“Lo que sí notamos en M. es que nos identifica a cada una de nosotras con roles de madre y padre, bastante claros y diferenciados. A mí me asocia con cuestiones que podrían considerarse «femeninas» como el arreglo o la cocina, mientras que a Laura la busca para ver fútbol o para jugar en la compu algunos juegos que yo no manejo. Dice que ella es más fuerte”, afirma Selva.