La enfermedad de Chagas constituye la cuarta enfermedad tropical más importante, sólo superada por la malaria, la tuberculosis y la esquistosomiasis. A su vez, la cardiopatía chagásica es, en la Argentina, la causa más frecuente de cardiopatía después de las más comunes tales como el infarto y la hipertensión.

“En 2006, análisis de datos realizados por la Organización Panamericana de la Salud estimaron que existen más de 55 mil nuevos casos de transmisión de la enfermedad de Chagas por año en América Latina, solamente a través de la vinchuca y por transmisión congénita, es decir, durante el embarazo de una madre infectada”, señala el doctor Sergio Sosa Estani, investigador del Conicet y del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (Iecs), con sede en Buenos Aires, y jefe del Servicio de Epidemiología del Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación de Endemoepidemias (Cenide), Anlis Dr. Carlos G. Malbrán, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación (MSN).

Asimismo, el experto indica que “ese mismo análisis, respecto de la Argentina, estimó que habría 1.600.000 personas infectadas (portadoras del parásito), aunque se reconoce que esta cifra podría estar subestimada”.

Por su parte, el entrevistado destaca que en nuestro país se darían 1.300 casos de infección congénita de Chagas por año, a pesar de que sólo se registraron 252 casos en 2008 en las notificaciones recibidas por el MSN. “Eso indica que menos del 20% de los niños nacidos de madres infectadas recibe diagnóstico y tratamiento oportuno. Por año, un promedio de 2.100 niños de diferentes edades, infectados por transmisión congénita de la enfermedad de Chagas, son identificados a través del tamizaje serológico. Si se interviniese de manera oportuna en el momento del nacimiento, los niveles de curación serían cercanos al 100 por ciento”, afirma Sosa Estani, y agrega: “Existen dos medicamentos autorizados para tratar a los bebés nacidos con infección y a los niños detectados después del nacimiento. Son el benznidazol y el nifurtimox, que en la Argentina provee el MSN”.

“Si son tratados, los bebés infectados se curan”, enfatiza el científico. Y continúa: “Cuanto más temprano se realiza el tratamiento es más fácil curar la infección”. Una de las dificultades que se presentan a la hora de tratar a los bebés y a los niños es que sólo hay formas de pastillas para adultos. “Por fortuna, en la actualidad se está trabajando en el desarrollo de una forma de presentación pediátrica de esta medicación que facilitará la administración y la hará más segura”, afirma Sosa Estani, quien participa como asesor en el diseño de esos fármacos.

Teniendo en cuenta la problemática de la enfermedad de Chagas en la Argentina, el Iecs desarrolla varias líneas de investigación dirigidas a mejorar las políticas sanitarias de prevención y de tratamiento. “Pretendemos identificar las causas que dificultan la accesibilidad al diagnóstico y al tratamiento, como así también diseñar métodos más prácticos que mejoren la oportunidad de esta atención”, asevera.

El Iecs y el Cenide (MSN) están implementando diferentes proyectos de investigación clínica y epidemiológica, en conjunto con otros organismos nacionales e internacionales, para mejorar el abordaje de la enfermedad de Chagas tanto en la Argentina como en la región. Uno de ellos se dirige a evaluar si el uso de terapéutica tripanomicida con benznidazol reduce la carga parasitaria, la mortalidad y la progresión de la cardiopatía chagásica crónica. “El benznidazol es uno de los dos medicamentos aprobados para uso contra la infección de Chagas”, explica Sosa Estani. Y prosigue: “El objetivo de este estudio es saber si este tratamiento, hasta ahora indicado a personas que solamente están infectadas, es útil también para aquellas otras que, además de ser portadoras, progresaron a una enfermedad cardíaca. Luego, estamos evaluando si el tratamiento evita la progresión de la enfermedad permitiendo una mejor calidad de vida del paciente”.

Este estudio se realiza en nuestro país, Brasil, Colombia y Bolivia. En la Argentina participan 15 centros de 7 provincias (Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Corrientes, San Juan, Catamarca, provincia de Buenos Aires) y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La investigación cuenta con la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) y es financiada por el MSN, por el Programa de Investigación de Enfermedades Tropicales de la Organización Mundial de la Salud y por el Instituto Canadiense de Investigación en Salud, entre otros organismos.

Fuente: CyTA - Instituto Leloir (Buenos Aires)