Durante las últimas décadas, el Índice de Masa Corporal (IMC) - que se logra dividiendo el peso por la altura al cuadrado, del cual sobre 30 es obesidad- ha sido el referente de los kilos de más. Sin embargo, nuevas publicaciones intentan buscar un camino nuevo y más preciso: medir el índice de grasa corporal (Fat Mass Index).

"Existe una inquietud hace mucho tiempo respecto al rol del IMC para definir la obesidad, ya que hay factores de orden racial, etario y cultural que hacen que las personas sean diferentes y no respondan igual al IMC", dice el doctor Juan Eduardo Contreras, cirujano digestivo de la Clínica Santa María de Chile.

La revista científica PLoS One acaba de publicar el estudio de investigadores norteamericanos, presentado en una reunión de la Sociedad de Obesidad de los Estados Unidos.

"Si la cantidad de grasa supera el 33% del peso total de la mujer, se habla de obesidad; si es mayor que el 25%, es sobrepeso. En los hombres, 20% de grasa corporal es sobrepeso y sobre 25% ya se habla de obesidad", explica el doctor Víctor Saavedra, presidente de la Sociedad Chilena de Obesidad.

"Hoy, la base del tratamiento de la obesidad es en función de la grasa y no del peso de la persona", precisa el especialista. "El IMC es un indicador de mayor o menor peso. Si alguien tiene un IMC de 30 no nos está diciendo que tiene obesidad, sino que tiene un peso alto, pero en donde probablemente haya una obesidad".

Por eso, desde hace algunos años el IMC se complementa con otros parámetros clínicos, cómo la cantidad de grasa y su ubicación en el organismo. Y eso es lo que ahora algunos grupos están buscando potenciar.

La manera más rápida y utilizada actualmente para medir la composición de músculos y grasa corporal es la bioimpedanciometría, que consiste en hacer pasar una corriente alterna por el organismo: a mayor grasa, más lento el paso.

También se ha incorporado la densitometría, el mismo examen que se emplea para evaluar la densidad ósea. "Tiene un programa diferente, que no sólo mide la parte ósea, sino también la cantidad de grasa. En algunos centros en Chile ya se está usando", dice Saavedra.

Los científicos que desarrollaron el Fat Mass Index se basaron en el análisis de los resultados de 20 mil densitometrías realizadas entre 1999 y 2004. Los resultados serían más específicos que los del IMC, y podrían ayudar al diagnóstico de la obesidad clínica.

Sin embargo, por ahora su costo sigue siendo alto. Al igual que el del escáner, otro método utilizado para medir la cantidad de grasa. "Como es muy caro, sólo se utiliza en investigación. Por eso, el método más disponible es la bioimpendaciometría", dice el doctor Contreras. Lo anterior, agrega, hace que sea difícil erradicar por completo el IMC.

En la última década, la circunferencia abdominal ha ocupado un lugar importante en el diagnóstico de obesidad. "Una cosa es la cantidad de grasa y un segundo elemento es ver dónde está ubicada", precisa el doctor Víctor Saavedra.

Si existe una gran cantidad de grasa en la zona femoroglútea (a nivel de la cadera), eso es indicador de más problemas osteoarticulares. En tanto, si la grasa se concentra a nivel abdominal, hay mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.

A nivel mundial se ha establecido que un perímetro de cintura mayor a 88 cm en mujeres y 102 en hombres son indicadores de riesgo cardiovascular. Sin embargo, "hoy hay discusiones regionales sobre cuál es el índice más adecuado para cada lugar y eso se está investigando. En Chile hay estudios regionales, pero nada nacional".

Fuente: El Mercurio