Especialistas en esclerosis múltiple aseguraron que se ha abierto una nueva etapa en el tratamiento de esa patología con la aparición de una segunda generación de medicamentos que por primera vez no solo frenan el deterioro del paciente sino que pueden provocar mejoras y disminuir síntomas.

"Hay una nueva generación de medicamentos, y su característica es que son más potentes aparentemente que los clásicos, más cómodos de administrar porque se precisa inyectarlos sólo una vez por mes o cada tres meses, e incluso ya se están terminando ensayos por medicamentos orales", señaló el jefe para Esclerosis Múltiple (EM) del Hospital Italiano de Buenos Aires, Edgardo Cristiano.

En el marco del vigésimoquinto congreso mundial del Comité Europeo para el Tratamiento e Investigación de EM que concluyó en la ciudad alemana de Düsseldorf, Cristiano remarcó el salto cualitativo que representan los nuevos medicamentos con respecto a los inmunomoduladores clásicos que se utilizan hasta ahora.

El primero de éstos es natalizumab, el cual ya fue aprobado y se comercializa desde 2006 en Estados Unidos, y luego en Europa. Según informaron a Télam fuentes del laboratorio que lo produce, el natalizumab (cuya marca para la venta es Tysabri) ya estaría aprobado y comercializándose en Argentina para el segundo trimestre del año.

"Este nuevo grupo de medicamentos se caracterizan por ser más potentes, casi el doble de los actuales, y son más fáciles de administrar", señala Cristiano en referencia a que las drogas actuales obligan a inyecciones en los pacientes todos los días o como mínimo tres veces por semana, lo que dificulta la adherencia al tratamiento.

Como todo remedio nuevo, representa también riesgos porque no ha sido probado por mucho tiempo. "Más allá de los ensayos, en la vida real es cuando aparecen efectos inesperados porque los medicamentos son usados más tiempo y en más pacientes. Es decir, las nuevas drogas tienen la ventaja de ser más efectivas que las anteriores pero tienen la incertidumbre de su seguridad", agregó el especialista.

En ese sentido, concluyó que una vez aprobados, el natalizumab será usado por ejemplo en pacientes que no responden adecuadamente a los tratamientos clásicos o que tienen formas muy avanzadas de la enfermedad en las que es necesario intervenir agresivamente, y recordó que "lamentablemente ninguno de los nuevos representan una cura efectiva" a la EM.

Por su parte, el médico especialista y docente investigador de la Universidad de Nueva York, Frederick Munschauer, recalcó que a raíz del natalizumab "por primera vez podemos hablar de mejora en los pacientes" que padecen EM, una enfermedad signada por no tener cura, ser crónica y discapacitante.

Al exponer en uno de los simposios del congreso, Munschauer dijo que a partir de drogas como el natalizumab "se puede sanar si la inflamación (de la mielina -lo que genera la enfermedad-) se corta", y el natalizumab "bloquea las inflamaciones y deriva en protección neurológica y reparación" "Esto puede abrir la puerta para una cura", añadió.

Sobre los remedios en píldoras que están en fase final de ensayos, consideró que "la píldora no es buena sólo por ser una píldora sino que tiene que ser efectiva", pero remarcó que colaborará con la adhesión del paciente al tratamiento si se logra hallar un medicamento no inyectable.

La EM es una enfermedad crónica del sistema nervioso central generada a partir de la inflamación o pérdida de la mielina -la capa protectora de fibras nerviosas-, que deriva en dificultades motrices, problemas de equilibrio, disfunción sexual, dolores en extremidades y alteración de las funciones cognitivas.

La EM no provoca la muerte, sino que se mantiene en un avance progresivo del deterioro, y afecta a 2,5 millones de personas en todo el mundo, y unas siete mil en Argentina

Fuente: Télam