El gobernador Jorge Obeid sobrevoló en un helicóptero la autopista Santa Fe-Rosario a la altura del kilómetro 101 sobre el arroyo Colastiné, observando el estado de las aguas y la carpeta asfáltica.

Durante la recorrida, se pudo apreciar la superficie de agua que aún queda por bajar en la zona que fue estimada en unos cien kilómetros cuadrados.

Se precisó que la mano ascendente del puente no tiene agua en su calzada pero la restante presenta aún los efectos de las aguas que van escurriendo por los laterales.

Y se estima que de no producirse nuevas lluvias, este fin de semana podría quedar liberada la autopista al tránsito vehicular, por lo que recomendó realizar todos los esfuerzos posibles y las gestiones para maximizar los trabajos viales y de infraestructura.

Obeid bajó del helicóptero, recorrió el tramo de la autopista que aún permanece con un espejo de agua y dialogó con vecinos y productores de la zona afectados por las inundaciones.