El gobernador Jorge Obeid viajó este viernes a Rosario para visitar las zonas más afectadas por el fuerte temporal de granizo y piedra que afectó este miércoles la ciudad. El mandatario se reunió durante varias horas con el intendente Miguel Lifschitz para coordinar acciones en un intento por dar una rápida respuesta a los barrios más afectados. Adelantó que no declarará el estado de emergencia “porque no hay que alarmar” y consideró que la situación estará controlada “en unos días”.

“Estamos haciendo un control punto a punto de la ciudad, un control social no policial”, aclaró el mandatario al ser consultado por Radio por los piquetes de protesta, que desde el miércoles a última hora fueron variando de ubicación pero mantuvieron el mismo reclamo: ayuda urgente. “Conversamos con la gente que hace los cortes para explicar lo que se está haciendo y desalentar iniciativas de este tipo. Hemos trabajado en 6 ó 7 cortes en forma conjunta con la Municipalidad y se han levantando”, señaló. “A medida que pasan las horas se va a ir dando solución concreta a los problemas y va a bajar el nivel de conflicto”.

Más temprano este viernes, el intendente también había destacado el trabajo conjunto y se había mostrado conforme con la ayuda que envió la Nación. Lifschitz señaló, además, que "de a poco la ciudad se va recuperando" y volverá a ser la de antes. La normalización "va a llevar varios días" y, por supuesto, "va a tener costos importantes", asumió el intendente.

Pese al trabajo conjunto entre municipio, provincia y Nación, los cortes de calle se repiten en diferentes lugares, en reclamo por asistencia urgente. Los sectores con piquetes fueron variando con el correr de las horas, y a las 16 se mantenían los de Francia al 4500, 27 de Febrero y Castellanos, Presidente Perón y Felipe Moré (variable), Presidente Perón y Circunvalación (ambas avenidas, también variable), Circunvalación y autopista a Buenos Aires, Oroño al 4000, Avellaneda y Uriburu, Avellaneda al 4500, Uriburu y Circunvalación, Sorrento y el puente del Arroyo Ludueña, Melian y Circunvalacion, y Dorrego y Biedma.

En todos los casos pedían, sobre todo, chapas y tirantes.