Al menos ocho nuevas empresas áreas piden pista para captar la demanda insatisfecha por Aerolíneas Argentinas, del grupo español Marsans, y la chilena Lan en el mercado argentino de vuelos domésticos. Entre las nuevas empresas se destaca la santafesina Sol, del grupo Transatlántica, que comenzará a volar a mediados de julio. Estas compañías, que recibieron a principios de año el visto bueno de la Junta Asesora de Transporte Aéreo, tienen como denominador común el hecho de tener base en el interior del país y operar rutas poco explotadas, pero con destino a lugares de gran demanda turística o que tuvieron impulso comercial en los últimos años. "La demanda puntual no cubierta, que en el año último hizo que cerca de 60 mil pasajeros mensuales no pudieran viajar, determinó que varias firmas pequeñas se presentaran para obtener licencias para cubrir varias rutas internas", señaló Eduardo Alvarez, economista jefe de la consultora privada IES. Las rutas solicitadas se concentran en las pujantes ciudades de Córdoba, Rosario, Mendoza y La Pampa (región central) y en centros turísticos como Salta (noroeste) y la Patagonia (sur). Entre las nuevas aerolíneas, todas de capitales argentinos, están Sol (grupo Transatlántica), Andes, Safe Flight (grupo Plaza), American Jet, Servicios de Enlaces Aéreos Fueguinos (Seafsa), Sud América Air, Transportes Aéreos Petroleros (Tapsa) y Silver Sky. La primera de estas firmas en levantar vuelo fue Andes, que el martes pasado inició operaciones con seis vuelos semanales entre Salta y Buenos Aires. "En Salta había un déficit muy grande de oferta. El mercado creció mucho por el desarrollo económico y turístico de la provincia y se generó un cuello de botella", dijo el gerente comercial de Andes, Horacio Preneste. La nueva empresa de "bajo costo" ("low cost") ha solicitado 19 rutas con base en Córdoba (centro del país), donde planea crear su centro de distribución de vuelos ("hub"). "No nos planteamos competir con Aerolíneas y Lan sino complementarnos. Hoy el tráfico aéreo está planteado desde Buenos Aires y la gente del interior no tiene muchas opciones para volar. En este público queremos centrar nuestra estrategia", dijo Preneste. Con similar visión, Sol comenzará a volar a mediados de julio próximo, con base en Rosario y para llegar, entre otros destinos, a Córdoba, una ruta no cubierta que une a la segunda y la tercera ciudad más poblada del país después de Buenos Aires. "En una segunda etapa haremos Rosario-Montevideo-Buenos Aires y en verano planeamos volar a los balnearios de Villa Gesell, Mar del Plata (Argentina) y Punta del Este (Uruguay)", dijo Gustavo Cebreiro, directivo de Sol. El mercado argentino de cabotaje está repartido entre Aerolíneas Argentinas y su subsidiaria Austral (85 por ciento del mercado) y la filial local del grupo chileno Lan (15 por ciento restante), que opera hace un año. Según datos oficiales, estas compañías transportaron el año pasado 5,8 millones personas en vuelos domésticos (un 15 por ciento más que en el 2004), mientras que en el primer trimestre de este año transportaron a 1,3 millones de pasajeros, con un alza interanual del 4,8 por ciento. El golpe que los atentados del 11 de septiembre de 2001supuso para el sector y la crisis económica desatada en Argentina a finales del 2001 arrastraron a la desaparición a varias empresas como American Falcon, Southern Winds, Dinar, Aero Vip y Lapa. Esta oferta no alcanzó a ser cubierta por Aerolíneas y Lan, las cuales, a partir del elevado costo de los combustibles y la congelación de las tarifas para los vuelos internos desde 2002, optaron por las rutas más rentables. "Esta situación parece estar a punto de resolverse, ya que las autoridades han decidido la elevación de la franja superior de tarifas en un 20 por ciento, que era el reclamo de Aerolíneas Argentinas", dijo Alvarez, para quien el inminente ajuste puede ser un incentivo para la aparición de nuevas empresas.