Rosario se sumó al reclamo realizado por la dirección provincial de Odontología de Santa Fe, a la Nación, para que retomen el envío de las sales de fúor para la red de agua potable que se interrumpió en setiembre de 2007.

Este miércoles, el Colegio de Odontólogos de Rosario y la dirección municipal de Odontología avalaron el pedido, fundamentado en el evidente beneficio que significa para la salud bucal de la población el consumo de agua potable fluorada en la proporción justa.

“La cantidad de flúor que necesita la provincia anualmente para cubrir el consumo de la población, a través del agua, ronda las 300 toneladas, y cerca de 200 absorbe la ciudad de Rosario y su zona de influencia", explicó a Rosario3.com, el presidente del Colegio de Odontólogos de Rosario, Jorge Cornaglia.

El profesional afirmó que “las ventajas del consumo medido, continuado y durante un período no inferior a 7 ó 10 años permite comprobar los resultados beneficiosos para la población, comprobados cientítifica, histórica y técnicamente”.

El profesional explicó además, que Rosario es una de las mejores ciudades –por su infraestructura y por el sistema de distribución del agua potable– para implementar la fluoración, sin necesidad de hacer ningún tipo de adaptación adicional.

Los argumentos

La semana pasada, la directora de Odontología de la provincia, Andrea Obregón, había remarcado que hasta un año y medio sin la provisión de las sales, no revestía gravedad, pero superado ese límite, decaen las posibilidades de trabajar efectiva y preventivamente.

No es la primera vez que la funcionaria provincial –quien asumió en marzo del año pasado– advierte esta falencia a las autoridades sanitarias nacionales, exigiendo el cumplimiento de una ley nacional que data de 1975 y que promueve la fluoración del agua de red en las provincias, a cargo de la Nación.

Pero la respuesta no llega y “los santafesinos que vivimos en las tres ciudades que tienen este servicio (Rosario, Santa Fe y Reconquista), comenzaremos a vernos perjudicados en salud bucal", señaló Obregón.

Un estudio de vigilancia epidemiológica que hizo la Universidad Nacional de Rosario y tomó en consideración más de 5.100 niños de entre 7 y 13 años, de la ciudad, entre 1994 y 2001, muestra claramente cómo aumentan los niños libres de caries a partir de la aplicación de esta medida.

La ciudad de Santa Fe fue una de las primeras del país en fluorar sus aguas, en 1969, aunque con períodos de carencias, y Rosario se sumó comienzos de los ´70. Se había dado un período regular, entre 2000 y 2007, que sólo se interrumpió un año; pero en setiembre de 2007 dejaron de mandar las sales y todo quedó en manos del departamento de Salud Bucal de Salud de la Nación, que “por razones presupuestarias”, dejó de cumplir con el programa.