Es imposible sacar a los chicos de la pileta antes de que caiga el sol. Como si fuese su medio natural, permanecen horas y horas sumergidos en el agua, nadando y jugando, mientras aumentan los márgenes de exposición a infecciones que provocan enfermedades, como por ejemplo, la llamada otitis de pileta.

El presidente de la Fundación de Otorrinolaringología, Vicente Diamante, explicó que la otitis "es una inflamación o infección de la piel que recubre el conducto auditivo externo y ocurre cuando el agua o la humedad disuelven la cera protectora del oído". De acuerdo al especialista, “ese cuadro clínico irrita la piel, cerrando la ventilación del oído y facilitando el contacto con hongos y bacterias que se benefician por la humedad y las altas temperaturas".

El otorrinolaringólogo señaló que "cuando el agua queda atrapada en el canal del oído, el conducto se humedece, se hincha y tiende a infectarse" y acotó que la mayoría de los casos que "se registran en las piletas" durante la época estival son causados "por bacterias comunes, que con el agua dentro del conducto crecen, se reproducen
e infectan el oído".

De acuerdo al especialista, los chicos son los más afectados por la denominada otitis de pileta y explicó que los síntomas de la enfermedad son "sentir el oído tapado, picazón y un dolor que se agudiza al masticar o al tocar el lóbulo de la oreja". El tratamiento de la otitis, señaló el titular de la Fundación, se realiza con gotas farmeceúticas que también sirven para prevenir la enfermedad.