Otra muerte oscurece el mundo del rugby. Tras la tragedia de Juan Cruz Migliore, el pasado fin de semana falleció un jugador tras un partido de la Intermedia con Almafuerte. Se trata de Andrés López Astigarraga que se despidió y se fue a su auto antes de partir hacia su casa. Ahí, en el vehículo sufrió un paro cardíaco y fue hallado al día siguiente.

El deportista tenía 30 años y era ingeniero. "No tuvo nada que ver con el deporte, fue un hecho fortuito que podía haber sucedido en cualquier circunstancia", aclaró Pablo Calógero, presidente del club.

Lo peor es que la familia se enteró recién el domingo siguiente de la terrible noticia. Es que el muchacho no regresó a su casa y los padres pensaron que había sido secuestrado. Mientras tanto, el hermano de Andrés lo buscó porque no aparecía por ningún lado y lo hallaron adentro de su auto todavía en el club.

Tras el partido del sábado, todos se fueron del club y nadie se dio cuenta que el auto del joven todavía estaba. La tragedia se suma a la de Juan Cruz Migliore, quien murió el 21 de junio en el partido de CUBA contra San Fernando.