Arnaldo Otegi, ex portavoz de Batasuna, el brazo político de la organización terrorista ETA, fue detenido este martes junto a otras personas en una operación policial desarrollada en el País Vasco.

La detención se produjo por orden del juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón para evitar la reconstrucción de la dirección de esa formación política, ilegalizada por la justicia española en 2003.

En la operación fueron detenidos además de Otegi, el histórico dirigente de Batasuna Rufino Etxeberria; el anterior secretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga; Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y José Manuel Serra.

Las mismas fuentes indicaron que la nueva dirección de Batasuna actuaba bajo las instrucciones de la banda terrorista ETA.

Los arrestos se produjeron tras una reunión en la que habían participado los detenidos en una sede sindical en la ciudad de San Sebastián donde se reunían últimamente.

Otegi permaneció en prisión quince meses tras ser encarcelado el 8 de junio de 2007 por un delito de enaltecimiento del terrorismo por participar en diciembre de 2003 en un homenaje al miembro de ETA José Miguel Beñaral "Argala".

Batasuna fue ilegalizada el 17 de marzo de 2003 por el Tribunal Supremo español en virtud de la Ley de Partidos vigente desde 2002 en España y que contempla la prohibición de las formaciones políticas que apoyen o amparen el terrorismo.

Su ilegalización fue avalada el pasado 30 de junio por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

En el caso de Batasuna se consideró que era parte del entramado de ETA, la organización terrorista surgida hace más de 40 años en el País Vasco, que ha asesinado a más de 850 personas en su busca de la independencia de esa comunidad autónoma del norte de España.

Otegi, de 51 años, es el líder con más experiencia de la izquierda independentista vasca, aunque su apuesta por un proceso de dialogo que quedó frustrado le distanciaron de la estrategia defendida por ETA.

Su detención de hoy se produce cuando en la Audiencia Nacional ya se ha dictado la apertura de otro juicio oral en su contra por un nuevo delito de enaltecimiento del terrorismo, supuestamente cometido en un acto celebrado en noviembre de 2004.

Con su salida de prisión hace un año, Batasuna recuperó su rostro más conocido y a un negociador que había participado en procesos como el intento de buscar una salida dialogada con el último alto el fuego declarado por ETA, en marzo de 2006, durante el primer gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que fracasó.

Fuente: EFE