Pamela David confesó intimidades acerca de su figura. La morocha que despierta suspiros por sus curvas marcadas, admitió que sí, que pasó por el quirófano.
La conductora reveló, en una entrevista en el programa Intratables, todas las cirugías plásticas que se practicó. Según publicó Minutouno.com, la actual mujer de Daniel Vila, contó: "Estaba entre comprarme un Fiat 147 o ponerme las lolas", dijo y confió en que, finalmente, se decidió por la segunda opción y gracias a eso pudo hacer todo: "Por suerte me puse las lolas y al toque me pude comprar el 147."
Dos veces más expuso su delantera al bisturí y explicó que la tercera fue después de amamantar a Felipe, su primer hijo, mientras que antes de quedar embarazada de Lola, la hija que tiene con el empresario, se había hecho una reducción.
En tren de confesiones, contó que en la segunda operación de busto, aprovechó y pidió que le practiquen una liposucción.
La cola de Pamela es una de las que probó los famosos hilos de oro, pero ella aseguró que no le funcionaron: "No los recomiendo. Cuestan plata y me dolieron." Lo que recomienda para tener un trasero perfecto es la plataforma vibratoria.
También reveló que el dentista tuvo que trabajar con su boca después de ser mamá. "Con dos años de dar pecho a Feli me descalcifiqué los dientes, estaban como transparentes, y las carillitas me funcionaron, nunca se me cayeron ni nada", explicó.
Y fue por más. Consultada sobre el costo de las cirugías, admitió: "Hubo mucho canje." Y en el medio del recuento, Pamela habló del ejemplo que dan los famosos con su obsesión por la imagen: "No sé si esto es bueno o malo porque después me dicen qué ejemplo les doy a las mujeres y adolescentes, y te critican y todo... Yo ya era grande."
La conductora reveló, en una entrevista en el programa Intratables, todas las cirugías plásticas que se practicó. Según publicó Minutouno.com, la actual mujer de Daniel Vila, contó: "Estaba entre comprarme un Fiat 147 o ponerme las lolas", dijo y confió en que, finalmente, se decidió por la segunda opción y gracias a eso pudo hacer todo: "Por suerte me puse las lolas y al toque me pude comprar el 147."
Dos veces más expuso su delantera al bisturí y explicó que la tercera fue después de amamantar a Felipe, su primer hijo, mientras que antes de quedar embarazada de Lola, la hija que tiene con el empresario, se había hecho una reducción.
En tren de confesiones, contó que en la segunda operación de busto, aprovechó y pidió que le practiquen una liposucción.
La cola de Pamela es una de las que probó los famosos hilos de oro, pero ella aseguró que no le funcionaron: "No los recomiendo. Cuestan plata y me dolieron." Lo que recomienda para tener un trasero perfecto es la plataforma vibratoria.
También reveló que el dentista tuvo que trabajar con su boca después de ser mamá. "Con dos años de dar pecho a Feli me descalcifiqué los dientes, estaban como transparentes, y las carillitas me funcionaron, nunca se me cayeron ni nada", explicó.
Y fue por más. Consultada sobre el costo de las cirugías, admitió: "Hubo mucho canje." Y en el medio del recuento, Pamela habló del ejemplo que dan los famosos con su obsesión por la imagen: "No sé si esto es bueno o malo porque después me dicen qué ejemplo les doy a las mujeres y adolescentes, y te critican y todo... Yo ya era grande."