Una investigación realizada por la BBC de Londres demostró que los niveles de radiación de redes WiFi son tres veces más altos que los emitidos por una torre de telefonía móvil.

Algunos estudios similares revelaron que estos campos de energía se relacionan con casos de cáncer reportados tanto en animales como en humanos.

Hace un año la Universidad Canadiense de Lakehead eliminó los puntos de acceso inalámbricos porque su presidente advirtió que “no se conoce el impacto que puede tener sobre las personas el uso de las ondas electromagnéticas”.

La noticia dada a conocer por la BCC recogió opiniones de expertos que aseguran que no se conoce lo suficiente sobre los posibles efectos de largo plazo que podría tener en la salud.

“Debe haber por lo menos unos tres mil estudios llevados a cabo durante los pasados 20 años sobre estos efectos. Y hasta ahora, el 50% de éstos encontró algún efecto perjudicial”, reportó el profesor Henry Lai, de la Universidad Estatal de Washington.

Es importante señalar que esta tecnología cada vez está más extendida, no sólo en nuestras casas, sino también en los centros comerciales, parques e incluso playas, desde donde es posible conectarse a internet mediante el uso de una laptop, un iPod o un teléfono móvil.

La llegada de internet tuvo un impacto profundo en el trabajo, el ocio y el conocimiento a nivel mundial. Esto provocó que los usuarios pasaran horas al frente de una pantalla de luz artificial. En consecuencia, un ser humano no está preparado biológicamente para esta actividad, provocando en cuestión de horas lo que los expertos denominan el “Síndrome de Visión en Computadora”.

Este síndrome es un problema temporal ocasionado por fijar la vista de forma prolongada en una pantalla de computadora durante periodos ininterrumpidos de tiempo. No es grave, y sus síntomas, por lo general, tienen que ver con una menor frecuencia de parpadeo.

Normalmente parpadeamos de 16 a 20 veces por minuto, pero al usar la computadora lo hacemos sólo 6 a 8 veces. Además, la posición de los ojos frente a la pantalla de la computadora implica un aumento de la apertura palpebral que trae como consecuencia una mayor exposición de la superficie ocular y, por tanto, una mayor evaporación de la lágrima. Esto, a su vez, ocasiona la sequedad ocular y diversas molestias relacionadas con el parpadeo lento.

Algunos síntomas son: visión borrosa y diplopía (visión doble), ojos secos e irritados, ardor ocular, dolor de cuello y espalda, dolor de cabeza, fatiga general, cansancio físico, tensión y dolor ocular, además de nerviosismo.

Fuente: El Universal – México