La Asamblea Ambientalista de Gualeguaychú analizó el corte de ruta del fin de semana y la efectividad de esa protesta, de cara a la continuidad de la lucha en contra de la instalación de la pastera finlandesa Botnia sobre la cuenca del Río Uruguay.

Además de los asambleístas estuvo presente Daniel Tailland, esposo de la secretaria de Medio Ambiente de la Nación, Romina Picolotti, quien evacuaba consultas de los presentes.

No obstante, el ambientalista Juan Veronesi adelantó que, en principio, "no iba a surgir ninguna resolución", debido a que ayer sólo se procedió a debatir la medida llevada a cabo el fin de semana, como así también los detalles del informe del Banco Mundial.

Varios asambleístas habían manifestado que "no hay demasiada expectativa" respecto al futuro de las protestas, por lo que el objetivo de la asamblea de anoche era "simplemente analizar con mayor distancia y más frialdad lo que pasó este fin de semana en el corte".

En opinión de Gustavo Rivollier, "el balance del corte es positivo", porque "se logró" lo que se buscaba que fue "mover el avispero" y "expresar la bronca contra el informe del Banco Mundial", que la semana pasada sugería que las pasteras no son contaminantes.