Argentina y Uruguay concluyeron esta mañana sus réplicas frente al Tribunal Internacional de La Haya por el conflicto que desató la instalación de dos papeleras en Fray Bentos. En esta segunda jornada de alegatos, la delegación nacional insistió con el que el país vecino violó el tratado por el río Uruguay al haber autorizado las plantas de manera unilateral y sin brindar la información técnica necesaria. “El estatuto no da derecho de veto a la Argentina”, fue la réplica que utilizaron los especialistas uruguayos. Ahora, el turno de decidir ese Tribunal. La titular de la Corte, Rosalyn Higgins, aseguró que los magistrados intentarán pronunciarse “lo antes posible” sobre el pedido argentino para que se disponga una medida cautelar que detenga las obras de las firmas Botnia y Ence. Además, informó que apenas se fije una fecha para la próxima audiencia se la comunicará a los agentes del gobierno argentino y uruguayo. Esta mañana, la titular del Centro de Derechos Humanos y Ambiente e integrante de la delegación argentina, Romina Picolotti, destacó "la contundente réplica" que encaró el gobierno ante el plenario de los jueces y se mostró "optimista" en cuanto a los resultados del proceso. "Estuvimos toda la noche sin dormir preparando la réplica al estado uruguayo y soy optimista. Argentina fue muy contundente en su réplica. Estoy muy conforme en cómo Argentina ha defendido el caso", señaló la abogada en diálogo con Radio 10, a pocos minutos de haber terminado la réplica ante la Corte Penal. Según Picolotti, ayer Uruguay "presentó los hechos de manera tal que pretendía inducir a un error a la Corte con respecto a la conducta del Estado argentino y con respecto a que la construcción no causa ningún daño". "Argentina respondió muy bien esta mañana diciendo básicamente que todavía hoy no tenemos información que, por el estatuto del Río Uruguay, tenemos el derecho a tenerla", explicó la especialista, y agregó que durante las audiencias "se presentó mucha evidencia sobre los esfuerzos realizados por Argentina para lograr el cumplimiento del estatuto del Río Uruguay". Picolotti explicó que Argentina utilizó en sus exposiciones, básicamente, dos argumentos: "Uno el del daño que ya está consumado, que es el daño económico que está sufriendo la región y las inversiones que se han retirado; y el otro, es el daño futuro, que es cierto".