Por una amplísima mayoría, la Cámara de Diputados de la Nación convirtió en ley la nueva ley de educación, que deja atrás la dicutida ley federal del menemismo. La iniciativa, impulsada por el ministro de Educación, Daniel Filmus –que estuvo presente en el recinto y celebró efusivamente el resultado final–, consta de 140 artículos y promueve la extensión de la enseñanza obligatoria a todo el ciclo medio, además de retornar al viejo esquema de la primaria y el secundario, derogando la educación general básica (EGB) y el nivel polimodal.

Para la ministra de Educación provincial, Adriana Cantero, “el gran desafío es la educación secundaria obligatoria, porque la educación adolescente es un tramo complejo. La escuela secundaria ha nacido y crecido en relación a un alumnado selectivo y ahora deberá asumir masividad”.

En líneas generales, el texto estima la educación y el conocimiento como "bien público" y "un derecho personal y social, garantizados por el Estado". En tanto, en sus aspectos funcionales, la ley recupera el sistema de educación primaria y secundaria dejando de lado el EGB y el Polimodal establecidos en los 90 que terminaron provocando una gran dispersión de sistemas educativos entre las jurisdicciones del país.

Por otra parte, la norma estipula que las escuelas primarias progresivamente tendrán jornada extendida o completa, universaliza la sala de 4 años y legisla la obligatoriedad del secundario. En cuanto a los docentes, la ley crea el Instituto Nacional de Formación Docente e indica que el Estado garantizará la capacitación y actualización integral y gratuita a través de toda la carrera docente.

Consultada por Gisell Massoud, en el móvil de De 12 a 14, Cantero aclaró que “en la transición podría haber una decisión de complementariedad o homologación” por lo cual quienes terminen sus estudios antes del cambio de sistema “van a tener una certificación" que le va a posibilitar acceder o tener el mismo estandar que los recibidos tiempo después. “La estructura no va a cambiar mágicamente, tenemos un tiempo de transición y además tenemos que elegir un modelo de los dos que se propone para Santa Fe”, recordó.

Increíble: Amsafé y gobierno están de acuerdo

Si bien la conducción gremial de Amsafé no ve en la nueva ley una panacea educativa, reconoce que la norma anterior quedó desarticulada gracias a la lucha de los educadores. “Esto se consiguió por la resistencia del movimiento docente a la ley federal que constituyó el fruto más acabado del neoliberalismo de los 90”, explicó Gustavo Terés, secretario general de Amsafé, a Rosario3.com. “También hay que reconocer que la nueva norma recoge al menos en el discurso, el espíritu de la ley de educación pública y tácitamente admite los estragos del polimodal”, agregó.

A pesar de esto, el gremio se mostró insatisfecho con la instancia de debate abierta por el Ministerio de Educación. “En realidad, no hubo debate genuino, hay que tener en cuenta que mientras los maestros debatían la nueva ley, el proyecto llegaba al Congreso ya redactado y terminado”, remarcó Terés. En virtud de estos datos, los docentes consideraron que al nuevo proyecto de ley le faltó un real protagonismo popular, como se dio en otros países americanos como Venezuela y Uruguay.

Por su parte, el titular de la Región VI del Ministerio de Educación de la provincia, Humberto Cancela, consideró que 2007 será un año de transición, en el que además de medir los recursos necesarios para la implementación de la nueva ley, tanto humanos como materiales, se tratará la ley provincial de Educación, que se enmarcará en la nueva ley nacional.

“Un hecho a considerar en la provincia es que las escuelas medias y técnicas existentes hoy son insuficientes para albergar a la cantidad de alumnos que deberán cursar una vez que se ponga en práctica la nueva legislación”, advierte Cancela.

Entre los aspectos positivos, el funcionario señala que “la nueva norma surge en forma paralela a la ley de financiamiento que la hará posible. Esto garantizará un presupuesto dedicado a la implementación de la misma, con un techo del 6 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) para el año 2010”. Además, las autoridades esperan que la nueva ley ayuda a los jóvenes a vincularse con el mundo del trabajo.

Pero como todo es perfectible, el funcionario también hace su aporte: “Lo que podría haberse hecho de otro modo, es la consulta previa a la comunidad educativa que a mi entender fue escasa”.