"No es momento para pensar en aumentos. No es el momento adecuado para incrementar y modificar tarifas". De ese modo, el intendente Miguel Lifschitz descartó el pedido conjunto de tacheros y dueños de licencias de taxi de aumentar la tarifa en un 20 por ciento.

De este modo, el socialista respaldó al responsable de la Secretaría de Servicios Públicos municipal, Gustavo Leone, quien había señalado ante los primeros pedidos que la tarifa actual era "equilibrada".

Lifschitz aclaró que "de todas formas se analizará situación del sector para ver si hay motivo o causa que pueda justificar" el incremento. Pero evaluó que "no ha habido en estos últimos meses incremento de salarios ni de costos del servicio".

El reclamo es que la bajada de bandera llegue a los 3,80 pesos y la ficha a 18 centavos, lo que implicaría un incremento del 20 por ciento. Mientras que el Sindicato de Peones de Taxis impulsa un aumento de sueldo para los choferes, los titulares de las licencias (en concreto la Asociación de Titulares de Taxis Independientes) se quejan de que han aumentado los precios de  los repuestos, los seguros y el combustible.