Pablo Gavira

Fueron dos años intensos. En un deporte individualista como el tenis, Alberto Luli Mancini tuvo el difícil trabajo de armar un grupo para lograr distintos objetivos, el principal de ellos ganar la Copa Davis. No, no se levantó la copa, pero después de 25 años se llegó a la final.

Finalizó un año intenso para el equipo argentino y es momento de balance. Y qué mejor que el capitán Luli Manzini para que lo realice.

—¿Balance de tu gestión en estos dos años?

—En este proceso de 2 años y medio que llevo como capitán el balance es más que bueno para mí. Fue un proceso de muchos resultados y mucho compromiso de todos los chicos; llegamos a una final después de 25 años; ha sido un excelente proceso y el año que viene iniciamos otro, en el que hay cosas que seguir puliendo y mejorando.

—La impresión es que quedó sabor de tristeza porque se perdió la final, pero no de frustración.

—No, frustración para nada. Llegar a una final después de 25 años ha sido un logro muy grande. Obviamente, uno está tan cerca… Que los rusos se llevaran la Copa fue duro para todos; quedó ese sabor amargo.

—¿El objetivo inmediato es convencer a Nalbandian para que forme parte de la primera fecha de febrero frente a Austria?

—No, no hay que convencerlo, siempre estuvo en la Davis. Pero hay que dejarlo que tome la decisión de reordenar su agenda para 2007. Hace dos años que compite hasta el último día de diciembre.