Pescar, salir de paseo en alguna embarcación o utilizar las playas de la isla son algunas de las actividades que ganan adeptos los meses de verano e incrementan su movimiento. La crecida del río poco modificó la tendencia.

Mariano Zarza, secretario de Yachting del Club de Velas de Rosario, explicó consultado por Rosario3.com que “las actividades náuticas no se ven afectadas por las crecientes tanto como por las bajantes”. Además agregó en referencia a la actividad con embarcaciones a vela que “en esta época del año merma por razones climáticas", dado que hay poco viento y recalcó que lo más molesto de la subida del Paraná es el tema de la gran cantidad de camalotes.

Por su parte, Juan Carlos Pereyra, presidente del Club de Pescadores de la ciudad, explicó en relación a la pesca, que en esta época es “dañina”. La razón es que estos meses son de desove, por lo tanto “la creencia de que con la crecida hay más peces no es correcta. Salen todos peces chiquitos”, comentó y agregó que sólo contadas veces “sale algún amarillito o boga de mediano tamaño”.

Pereyra se lamentó además por la cantidad de personas que se acercan a pescar y “matan a los peces chiquitos sin darle oportunidad a que se desarrollen con normalidad”.

En relación a la actividad en las islas frente a Rosario, desde La Fluvial se informó que los cruces siguen el cronograma pautado para esta época, es decir, desde las 10 de la mañana cada una hora.

Las playas habilitadas más visitadas a pesar de la reducción en superficie a raíz de la crecida, son Waikiki y Vladimir. Marina, de informes, explicó consultada por Rosario3.com que “las playas tienen un mantenimiento permanente” y aclaró que hasta ahora el tema de la crecida no perjudicó el cruce de visitantes tanto como el clima: “Las jornadas de lluvia que estamos viviendo son la mayor causa de merma en el cruce”.