El padre César Scicchitano, más conocido como “el cura rockero”, reveló por Radio 2 su emoción por haber plasmado en una canción “el designio de Dios”. El hit “Yo quiero un Papa Latinoamericano”, presagió lo que este martes se convirtió en realidad: la entronización de un argentino como sumo pontífice. Para Scicchitanno ya era ahora que el timón de Pedro cambiara de manos.

En diálogo con Roberto Caferra (Radiópolis), el vocalista y líder de “El Padre César y los pecadores” aseguró que el nuevo Papa tiene la fortaleza necesaria para cambiar la Iglesia, como ya lo hizo en Buenos Aires donde se mantuvo cerca de los más débiles y abrió las puertas a una nueva forma de predicar el Evangelio, como la de él, que eligió la música para llevar la palabra de Dios.

En tal sentido, reveló que cuando escuchó el Habemus Papam, se quedó “alucinado” por “haber estado en sintonía con lo que Dios quería para la Iglesia”. De este modo se refirió a su pegadiza canción, cuyas primeras estrofas hablan de hacer correr “aire fresco y renovado”; y justamente eso es lo que cree que Francisco hará durante su pontificado. “Yo quiero un Papa latinoamericano, abriendo puertas, ventanas y armarios/Que corra aire fresco, aire renovado”, había escrito el padre César hace dos años, luego de haber soñado “con alguien de este lado del mundo”. Lo que nunca pensó es que fuera argentino.

Scicchitano explicó que si bien los aportes de Europa a la Iglesia fueron valiosos, sus formas ya estaban agotadas, por lo que se hacía necesario que el timón sea conducido por alguien que “hubiera mamado desde lo más profundo la situación de estos pueblos”. Por ello, recibió la noticia de Bergoglio Papa con alegría, porque siempre estuvo del lado de los excluidos y los explotados.

Además, apuntó que es un hombre de “espíritu muy fuerte que no se dobla así nomás; es bueno, escucha a todos y a todos le da un valor muy grande”.

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El "padre rockero" habló en el programa Radiópolis, de Radio 2