El dirigente del Sindicato de Camioneros que fue atacado este martes por dos personas sigue internado en el Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (Heca) y su estado era “muy grave”. Quienes aguardaban su evolución este martes a la noche, familiares y compañeros del gremio, descartaban la posibilidad de un robo pero aseguraron no "encontrale un sentido al ataque".

Abel Beroiz, titular en Venado Tuerto de ese gremio y hombre cercano a Hugo Moyano (líder de ese sindicato y de la CGT) recibió varias heridas de una cuchilla y un arma de fuego en las cocheras del Automóvil Club Argentino ubicadas en San Luis y San Martín.

El hombre de 70 años sufrió lesiones profundas en duodeno, pulmón, intestino delgado, hígado y colon y se encontraba en terapia intensiva con respirador artificial e inestabilidad hemodinámica. Su pronóstico era reservado e incluso este martes era la noche era intervenido.

Respecto del móvil del hecho, para los investigadores, no se trataría de un robo ya que a Beroiz no le robaron nada de lo que llevaba: un reloj, dinero, tarjetas de crédito y un teléfono celular.

Según testimonios de testigos del hecho, uno de los agresores estaría herido y se habría dedo a la fuga junto a su compañero en un taxi que tomaron en San Martín y San Juan. Además, uno de ellos habría dicho “vamos que lo pusimos”, lo que reforzaría que el objetivo del ataque era asesinarlo.

Según dijeron a Rosario3.com allegados de Beroiz del sindicato este martes a la noche, no quedan dudas de que se trató de un intento de homicidio pero "no encontramos una razón, no tiene sentido, veremos que nos dice la policía". Sin embargo, por la mañana, la hermana de la víctima dijo a Radio 2 que "no fue un robo sino otra cosa" y deslizó que Beroiz había sufrido amenazas.

El dirigente de Venado Tuerto acompaña al gremialista Hugo Moyano en la conducción del Sindicato de Camioneros a nivel nacional. Y aparentemente estaba en la ciudad de Rosario para cerrar una operación por la compra de un sanatorio privado ubicado en la zona del macrocentro rosarino con la intención de que se convierta en una centro de salud de la obra social del sindicato. No es la primera vez que el dirigente se embarca en una negociación así, el sanatorio para los afiliados de esa localidad también fue gestionado por el gremialista.