No, la Municipalidad de Arroyo Seco no realizó ningún estudio sobre si la presencia de un horno de ladrillos a la vera de la autopista podría significar algún peligro cuando autorizó su instalación allí, a metros de donde se produjo un gigantesco accidente múltiple. Así lo admitió, en diálogo con el periodista Luis Novaresio, en Radio 2, el intendente de esa localidad, Pedro Spina.

Spina, que no había llegado al lugar del choque, simplemente opinó que, de acuerdo al informe del Servicio Meteorológico, se podía determinar que por la dirección del viento fue sólo la niebla, y no el humo del horno, lo que hizo que la visibilidad fuera casi nula. En el mismo sentido se pronunció el apoderado de la fábrica de ladrillos, que dijo que como el viento era del sureste las columnas no iban hacia la autopista. Distinto es lo que pensaban los que sí estaban en el lugar, entre ellos algunos de los choferes que participaron del accidente.

Consultado sobre si el viento, en el momento del accidente, no podría haber estado solpando desde otra dirección, sorprendió: "El viento no cambia". ¿Qué pasa si el viento sopla del oeste? "La fábrica no trabaja", aseguró el abogado.

Spina dijo que la fábrica lleva “más de 30 años” en el lugar y “no han sucedido tantos choques”.