El padre de Madeleine McCann, la nena británica de cuatro años desaparecida el 3 de mayo en el sur de Portugal, califica de "ridículas" las acusaciones de que él o su mujer estuvieran involucrados en la supuesta muerte de su hija.

La última acusación, aireada hoy por los tabloides británicos, es que Madeleine murió de una sobredosis de somníferos que le administraron sus propios padres, ambos médicos.

Los análisis toxicológicos llevados a cabo indican que Madeleine consumió una cantidad "significativa" de píldoras, según información del diario francés France Soir, recogida este viernes por la prensa británica.

Los fluidos corporales encontrados en el maletero del coche que alquilaron sus padres 25 días después de su desaparición indican que fue sedada, señala la prensa, que se basa en una información publicada ayer por el periódico francés.

Según el diario británico The Sun, Gerry McCann dijo a un amigo que todas las noticias que tratan de incriminarlos a él y a su esposa hacen agua por todas partes y se trata en todos los casos de acusaciones "ridículas".

Según McCann, tanto él como su esposa saben que son inocentes, pero se ven "acorralados". "Por lo que a nosotros se refiere, no hay prueba alguna que indique que Madeleine esté muerta. Estamos totalmente unidos en esto. No hay la mínima sospecha entre nosotros", explicó el padre de la pequeña.

Fuentes próximas a la investigación señalaron esta semana que la policía había establecido una correspondencia del 88 por ciento entre el ADN encontrado en el maletero del coche de alquiler y el de Madeleine.
Según la prensa británica, en el maletero también se encontraron restos de pelo de la niña, por lo que los investigadores portugueses suponen que su cuerpo tuvo que estar allí.

Los investigadores examinan el cabello en un intento de descubrir si la pequeña recibió somníferos durante un período de tiempo determinado.

Los padres de Madeleine, Gerry y Kate McCann, ambos médicos, han negado una y otra vez cualquier participación en la supuesta muerte de la niña e insisten en que fue secuestrada por desconocidos mientras dormía junto a sus dos hermanos pequeños en el apartamento de la localidad de Praia da Luz, donde la familia estaba de vacaciones.

Según el diario Daily Express, la policía portuguesa trabaja sobre la hipótesis de que Kate causó accidentalmente la muerte de su hija y luego trató de ocultar lo ocurrido fingiendo un secuestro.

Los tabloides revelan también extractos del supuesto contenido del diario de Kate, de 39 años, aparecidos en la prensa lusa, que reflejan su angustia al tener que batallar con tres criaturas "hiperactivas". La madre describe supuestamente las dificultades que tenía para controlar a Madeliene y a sus hermanos y se queja de que su marido la dejase lidiar sola con tres criaturas hiperactivas e "histéricas", que terminaban agotándola.

El matrimonio McCann han regresado a su casa en el Reino Unido, pero no se descarta que la policía portuguesa reclame de nuevo su presencia en Portugal para someterlos a nuevos interrogatorios en calidad de "sospechosos". Otra posibilidad es que los policías portugueses que se ocupan del caso se trasladen a Inglaterra para interrogar a la pareja.

Según el Daily Expres, Kate McCann se negó supuestamente a contestar a muchas de las preguntas que se le hicieron durante los dos interrogatorios a que fue sometida en Portugal.

El jueves, los servicios sociales británicos visitaron a los McCann para interesarse por sus otros dos hijos, dos gemelos de dos años. Según ese tabloide, el matrimonio ha pedido a la madre de Kate que se ocupe de ellos.

La familia McCann está sometida al acoso constante de fotógrafos y camerógrafos, que los siguen a todas partes, lo que les impide llevar una vida normal.

Fuente: EFE