El accidente fatal registrado este fin de semana en la autopista Rosario-Córdoba que se cobró la vida de dos niños y la reciente sanción en la Cámara de Diputados de Santa Fe de un proyecto de ley que instaura la emergencia del tránsito en toda la provincia reabrió la discusión sobre los accidentes y las posibilidades de prevenirlos. Consultado sobre este tema el médico especialista en accidentología Osvaldo Aymo expresó que “para los accidentes de tránsito no hay vacuna, la herramienta clave es la educación”. En este sentido, Aymo señaló que “para poder revertir las cifras de estos acontecimientos junto a la decisión política tiene que haber un compromiso de toda la comunidad”. La provincia de Santa Fe es pionera en una legislación de prevención vial que nunca se reglamentó. A fines de 2003, se sancionó la ley 12.245, que establece la separación de las actividades de educación y prevención de las acciones de emergencia, hoy nucleadas en la Dirección Provincial de Emergencias Sanitarias (Dipaes). “La legislación crea el programa de prevención primaria pero sin embargo hasta ahora espera su reglamentación”, se lamentó Aymo. Pensar en la prevención primaria, para el especialista se trata de “ver a los accidentes a partir de los tres momentos principales: antes de que ocurra, cuando ocurre y después que ocurrió”. Hasta la sanción de la ley 12.245, que todavía no fue reglamentada, había un abordaje del accidente ocurrido y una atención de la víctima, pero a partir de la nueva norma se establece una atención primaria que comprende educación, prevención e investigación epidemiológica, entre otras cosas. Según Aymo, “los cuatro factores de riesgo más importantes a la hora de los accidentes de tránsito son la velocidad, la posición en el camino –adelantamiento en la ruta–, distancia con el auto que está adelante y el consumo de alcohol”. Por último, el profesional llamó a “cambiar un estilo de vida que es inseguro por uno seguro”. “La gente no debería seguir asociando accidente con destino, azar o casualidad. Donde hay un accidentes antes hubo impericia, negligencia e imprudencia”, concluyó.