Preocupa en Rosario la cantidad de carros tirados por caballos –se estima que hoy en día existen más de mil en circulación–; por eso desde la Municipalidad propusieron acabar con la tracción a sangre para fines de este año. Sin embargo, ninguna alternativa de reemplazo tomó forma. Desde Paraná, un proyecto para sustituir los animales por motocarros probó ser exitoso. La intendenta de dicha localidad entrerriana, Blanca Osuna explicó por Radio 2 los alcances del proyecto.

En diálogo con A Diario, el programa que conduce Alberto Lotuf, Osuna aclaró que el objetivo de su gestión no es erradicar la tracción a sangre, sino que la mirada está puesta en mejorar las condiciones de trabajo de los recolectores informales y al mismo tiempo solucionar el problema de los residuos. Así, se suplantaban –en distintas etapas– las 254 carretas tracción a sangre por carros a motor.

En tal sentido, la intendenta indicó que desde que el vecino se deshace de su basura, pertenece a la Municipalidad. Entonces ésta no sólo tiene la responsabilidad de recogerla –para mantener la higiene urbana– sino la potestad también de disponer de ella para fines comerciales.

Por lo tanto, la intervención municipal persigue la inclusión de los cirujas al circuito de recolección.

Con todo, a pesar que terminar con la tracción a sangre fue sólo una consecuencia secundaria de las políticas estratégicas del municipio, el proyecto beneficia tanto a las personas como a los animales.