Dijo que no. Aunque parezca increíble, la rubia omnipresente, Paris Hilton, rechazó una fuerte propuesta comercial de reproducir su cuerpo en millones de muñecas inflables destinadas a juegos sexuales.

Aunque la rentabilidad del negocio nunca se puso en juego, la chica consideró como horrorífica la imagen de cientos de hombres teniendo sexo con una muñeca con sus proporciones y rasgos.

“Me niego a colocar mi imagen en algunas cosas. Dijeron que cada unidad sería vendida en 50 mil dólares, pero ni así acepto”, dijo la rubia, mostrándose inalterable es su decisión.