Después de varias jornadas agobiantes de calor con temperaturas de hasta 31 grados en la ciudad de Rosario, finalmente se desató la lluvia que trajo alivio y ayudó a aplacar el humo proveniente de la quema de pastizales producida ininterrumpidamente en las islas.
Las expectativas del sector agrícola, que debe encarar en estos días la siembra de maíz y soja, apuntan a que llueva al menos 150 milímetros. Un volumen inferior a ese –tal como se produjo la semana pasada– no sería significativo para el campo, según los dirigentes del sector, ya que la sequía fue demasiado prolongada en este caso.
La tormenta comenzo en horas de la mañana en Capital Federal y luego se extendió a las provincias de Buenos Aires y Córdoba –en ésta última el agua colaboró para que se extinguieran los focos de incendio producidos hace unos días y de fácil propagación gracias a la sequía–.
El Servicio Meterorológico Nacional ratificó el alerta meteorológico para la siguiente zona: sur de Santa Fe, sur de Entre Ríos, Córdoba, Capital Federal, norte y centro de Buenos Aires, Río de la Plata y noreste de San Luis.
Sobre el área de cobertura prevalece una masa de aire cálido, húmedo e inestable, como consecuencia de la llegada de un sistema frontal y el ingreso de perturbaciones en niveles medios de la atmósfera.
A causa de este fenómeno se han desarrollado algunas tormentas de variada intensidad y se prevé que continúen desarrollándose durante la noche lluvias y tormentas. Algunas podrían ser localmente intensas acompañadas de ráfagas y ocasional caída de granizo.