Los vecinos de Empalme Graneros que en los últimos días se entusiasmaban con la construcción de un centro cultural en el barrio, vieron decaer las expectativas este martes cuando un grupo de personas identificadas como representantes de la iglesia Santuario de Fe acompañados de la policía, fueron con una topadora a derrumbar el espacio comunitario que la agrupación Giros venía construyendo en Cullen y Sorrento.
De un lado, los representantes de la iglesia evangélica dicen ser los dueños del terreno. Por otra parte, los vecinos sostienen que la intervención por la fuerza se realizó sin una orden de desalojo ni papeles catastrales que indiquen la propiedad del terreno. Los militantes de la agrupación social Giros reclama que la Municipalidad de Rosario intervenga y oficie de mediadora para solucionar el conflicto.
Los integrantes de la agrupación Giros trabajan desde hace un año y medio con los vecinos de Empalme Graneros. Hace unos cuatro meses decidieron armar un espacio para realizar los talleres que hasta el momento se venían desarrollando al aire libre. Según relató a Rosario3.com, Antonio Salinas, integrante de Giros, los propios vecinos seleccionaron el terreno como una forma de mejorarlo por las malas condiciones en las que se encontraba.
De acuerdo al relato de la agrupación, el terreno formaba parte de un basural y los vecinos proponen a los cuidadores del lugar, limpiarlo y abrir un espacio cultural solucionando así el problema sanitario que generaba.
Una vez decidida la construcción del espacio comunitario y a poco de finalizar el centro, arribaron al lugar referentes de la Iglesia evangélica Santuario de Fe que aseguran haber comprado el terreno para hacer un mega proyecto de nueve hectáreas.
Luego de una conversación entre los representantes de la iglesia y los vecinos realizada hace dos semanas, se acordó que el centro cultural no seguiría construyéndose a condición de que lo edificado no sea tocado. Pero este martes llegaron las topadoras y la policía que procedieron al derrumbe.
Los vecinos de Empalme Graneros y de la agrupación Giros solicitan que la Municipalidad de Rosario intervenga para definir qué sucederá con las familias que habitan en el barrio, ya que el mega proyecto de 9 hectáreas que proyecta la iglesia evangélica comprometería una amplia zona habitada. Por otra parte, quieren conocer si se autorizará la construcción del centro cultural que ocupa un pequeño espacio en el terreno.
De un lado, los representantes de la iglesia evangélica dicen ser los dueños del terreno. Por otra parte, los vecinos sostienen que la intervención por la fuerza se realizó sin una orden de desalojo ni papeles catastrales que indiquen la propiedad del terreno. Los militantes de la agrupación social Giros reclama que la Municipalidad de Rosario intervenga y oficie de mediadora para solucionar el conflicto.
Los integrantes de la agrupación Giros trabajan desde hace un año y medio con los vecinos de Empalme Graneros. Hace unos cuatro meses decidieron armar un espacio para realizar los talleres que hasta el momento se venían desarrollando al aire libre. Según relató a Rosario3.com, Antonio Salinas, integrante de Giros, los propios vecinos seleccionaron el terreno como una forma de mejorarlo por las malas condiciones en las que se encontraba.
De acuerdo al relato de la agrupación, el terreno formaba parte de un basural y los vecinos proponen a los cuidadores del lugar, limpiarlo y abrir un espacio cultural solucionando así el problema sanitario que generaba.
Una vez decidida la construcción del espacio comunitario y a poco de finalizar el centro, arribaron al lugar referentes de la Iglesia evangélica Santuario de Fe que aseguran haber comprado el terreno para hacer un mega proyecto de nueve hectáreas.
Luego de una conversación entre los representantes de la iglesia y los vecinos realizada hace dos semanas, se acordó que el centro cultural no seguiría construyéndose a condición de que lo edificado no sea tocado. Pero este martes llegaron las topadoras y la policía que procedieron al derrumbe.
Los vecinos de Empalme Graneros y de la agrupación Giros solicitan que la Municipalidad de Rosario intervenga para definir qué sucederá con las familias que habitan en el barrio, ya que el mega proyecto de 9 hectáreas que proyecta la iglesia evangélica comprometería una amplia zona habitada. Por otra parte, quieren conocer si se autorizará la construcción del centro cultural que ocupa un pequeño espacio en el terreno.


