Un pato sobrevivió tres días con un clavo traspasándole de un lado al otro de su cara, hasta que por fin los veterinarios del servicio de defensa de los animales pudieron capturarlo y someterlo a una exitosa operación para extraerlo.

El pato, ahora apodado "Tully", fue capturado tres días después de que alguien le clavara con una pistola de clavos un clavo de unos diez centímetros de longitud, informó hoy el sitio inglés Daily Mail. Después de atraparlo, los veterinarios del centro de rescate de animales de Devon Meadows, en el estado australiano de Victoria, operaron al patito valiente.

El clavo había llegado a estar a 4 milímetros del ojo del animal, según comentó uno de los veterinarios del Centro de Rescate Animal Australiano, Nigel Williamson, de 43 años, quien rastreó al animal durante tres días tras la denuncia de un vecino.

"Antes de intentar capturarlo, miré al pato para evaluar cuál era la situación y él estaba caminando por ahí, alimentándose, nadando y haciendo todo lo que un pato debe hacer, pero con el clavo en la cabeza", comentó el rescatista.

Aunque Tully "no parecía molesto por el clavo", según Williamson, era necesario extraerlo, cosa que el equipo de veterinarios logró en sólo 15 minutos.

Por ahora, se desconoce quién puede haber atacado al animal, pero el rescatista señaló que este tipo de episodios se multiplican durante el receso escolar, cuando los chicos no tienen nada que hacer. "Es un acto deplorable de crueldad sin sentido", remarcó Williamson.

El pato quedará bajo supervisión médica con antibióticos durante diez días, y después será devuelto a su hábitat. Mientras sigan las vacaciones de verano en Australia, el menor de los problemas de Tully será que alguien lo apode "el patito feo" debido a las dos cicatrices que le quedaron en la cara.