Zafar del calor, esa es la premisa en el verano rosarino. La temperatura por estos días está por encima de los 30 grados y, al menos en los próximos días, no parece bajar.
Hay varias opciones para escaparle al enero de Rosario, o al menos para que no sea tan duro. Algunos pueden viajar a la costa; otros arrancan para la pileta, por ejemplo, de Funes o las del Parque Alem; algunos se instalan abajo del ventilador o el aire acondicionado. Pero también hay una opción un poco más original: sacar la pelopincho a la vereda.
En la esquina de 27 de Febrero y San Nicolás, en frente del Mercado de Concentración, hay un kiosko-verdulería donde decidieron desafiar al calor en horario laboral e instalaron una pileta en pleno barrio Alvear.
Cuando el sol del mediodía rajaba la tierra, en zona oeste de la ciudad se observarba este niño refrescándose en plena vereda. Al chico no parece interesarle demasiado otra cosa que disfrutar de la pileta a la vista de todos. En una de las avenidas más transitadas de la ciudad
Hay varias opciones para escaparle al enero de Rosario, o al menos para que no sea tan duro. Algunos pueden viajar a la costa; otros arrancan para la pileta, por ejemplo, de Funes o las del Parque Alem; algunos se instalan abajo del ventilador o el aire acondicionado. Pero también hay una opción un poco más original: sacar la pelopincho a la vereda.
En la esquina de 27 de Febrero y San Nicolás, en frente del Mercado de Concentración, hay un kiosko-verdulería donde decidieron desafiar al calor en horario laboral e instalaron una pileta en pleno barrio Alvear.
Cuando el sol del mediodía rajaba la tierra, en zona oeste de la ciudad se observarba este niño refrescándose en plena vereda. Al chico no parece interesarle demasiado otra cosa que disfrutar de la pileta a la vista de todos. En una de las avenidas más transitadas de la ciudad