Rafael Domínguez Domínguez, un español de 42 años, murió hace una semana en Palma de Mallorca. Tras su fallecimiento, en la pensión donde se alojaba, y solucionados los trámites burocráticos, se acordó trasladar su cuerpo sin vida a su localidad natal en un vuelo de la compañía Air Berlin el viernes.

El féretro no viajaría solo. Manuel Domínguez, el mayor de los ocho hermanos de la familia, lo acompañaría tras solucionar todos los trámites. Cuando el vuelo aterrizó en Jerez, el hermano del fallecido se desplazó directamente a donde, junto con el resto de su familia, esperaría la llegada del féretro, que sería trasladado por los servicios funerarios.

Pero el cuerpo no llegó. Es más, tampoco en principio había viajado en el avión (eso les dijeron), ni tampoco había en el aeropuerto de Palma ningún féretro a la espera de ser embarcado. "Tememos lo peor, que lo hayan embarcado en otro vuelo y que ahora mismo esté perdido en otro aeropuerto", ha dicho un familiar.

Según las últimas informaciones dadas a la familia, el féretro sí que salió de Palma y llegó a Jerez, pero por error fue devuelto en otro vuelo a la isla. Pero la versión de AENA difiere, ya que señala que el cuerpo no salió del aeropuerto por falta de documentación.

Los familiares esperan todavía a recibir el cuerpo, aunque ya anunciaron que presentarán una denuncia.