Periodistas venezolanos participaron de una misa para pedir por la pronta liberación de Nairobi Pinto, jefa del equipo de corresponsales del canal Globovisión, secuestrada el domingo por la tarde por un grupo de encapuchados que la interceptó cuando salía de su casa en Caracas.
Colegas y amigos de Pinto entregaron flores como ofrenda para pedir que la periodista regrese "sana y salva", en una Eucaristía en la Iglesia Chiquinquirá, en La Florida.
Durante la homilía, el fray Jorge reflexionó sobre la violencia que se vive en el país: "A todos aquellos que se prestan para crear el miedo, para generar violencia y división, les decimos: no peques más. Aquí cabemos todos, en una sociedad donde todos seamos hermanos".
"Es doloroso quien tiene una persona secuestrada, a quien le asesinan un hijo. Le pedimos a Dios que le regale un corazón de carne a aquellos que meten miedo, para que dé libertad a aquellos que viven en cautiverio", reflexionó el párroco.
Tras el secuestro de Nairobi Pinto, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa de Venezuela (SNTP) denunció el "silenciamiento" y el "acorralamiento" de periodistas en el país y las agresiones sufridas por al menos un centenar de informadores, entre ellos, más de 30 corresponsales extranjeros, que también han sido amenazados de secuestro.
El sindicato, que lamentó que pasen las horas y no sepan nada de su colega, dijo que ninguna agresión contra trabajadores de la prensa tuvo castigo y señaló que pidió al Ministerio Público "que ponga fin a la impunidad", según reportan Globovisión y la agencia española Europa Press.
"Nosotros no somos parte de esta confrontación. No puede ser posible que sigamos siendo receptores de odio", señaló en Twitter el SNTP, que advirtió que "una sociedad sin información es una sociedad desarticulada".
Pinto se encontraba junto a su familia cuando se produjo el rapto, según dijo su padre, Luis Pinto.
La mujer llegaba en ese momento a la vivienda y, cuando la familia salió a ayudarla para descargar las bolsas de la compra, se produjo el secuestro, a cargo de tres personas encapuchadas.
Fuente: Télam
Colegas y amigos de Pinto entregaron flores como ofrenda para pedir que la periodista regrese "sana y salva", en una Eucaristía en la Iglesia Chiquinquirá, en La Florida.
Durante la homilía, el fray Jorge reflexionó sobre la violencia que se vive en el país: "A todos aquellos que se prestan para crear el miedo, para generar violencia y división, les decimos: no peques más. Aquí cabemos todos, en una sociedad donde todos seamos hermanos".
"Es doloroso quien tiene una persona secuestrada, a quien le asesinan un hijo. Le pedimos a Dios que le regale un corazón de carne a aquellos que meten miedo, para que dé libertad a aquellos que viven en cautiverio", reflexionó el párroco.
Tras el secuestro de Nairobi Pinto, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa de Venezuela (SNTP) denunció el "silenciamiento" y el "acorralamiento" de periodistas en el país y las agresiones sufridas por al menos un centenar de informadores, entre ellos, más de 30 corresponsales extranjeros, que también han sido amenazados de secuestro.
El sindicato, que lamentó que pasen las horas y no sepan nada de su colega, dijo que ninguna agresión contra trabajadores de la prensa tuvo castigo y señaló que pidió al Ministerio Público "que ponga fin a la impunidad", según reportan Globovisión y la agencia española Europa Press.
"Nosotros no somos parte de esta confrontación. No puede ser posible que sigamos siendo receptores de odio", señaló en Twitter el SNTP, que advirtió que "una sociedad sin información es una sociedad desarticulada".
Pinto se encontraba junto a su familia cuando se produjo el rapto, según dijo su padre, Luis Pinto.
La mujer llegaba en ese momento a la vivienda y, cuando la familia salió a ayudarla para descargar las bolsas de la compra, se produjo el secuestro, a cargo de tres personas encapuchadas.
Fuente: Télam