Hace tiempo que ambientalistas, periodistas y legisladores señalan con preocupación la utilización de menores en la fumigación con químicos, chicos usados como señales humanas a la hora de distribuir con avionetas productos tóxicos para eliminar plagas en los campos sembrados.

Haciéndose eco de esta situación, las senadoras socialistas Patricia Sandoz y Marta Nardoni reclamaron al gobierno provincial –a través de un proyecto de comunicación– que se realice un relevamiento para identificar a los productores, propietarios o arrendatarios que utilizan a menores como “banderilleros”, jerga con la que se identifica a los chicos que realizan este trabajo, perjudicial para la salud.

Entre los fundamentos del proyecto se plantea que esta actividad es "sumamente aberrante y profundamente inhumana". Las legisladoras sostienen que los controles estatales de la fumigación con químicos son “absolutamente insuficientes”, aún cuando se trata de una actividad que afecta la salud de miles de habitantes. La iniciativa, que ya fue presentada en la Cámara de Senadores, también plantea sancionar duramente a los responsables para erradicar definitivamente esta actividad.