El juez federal Roberto Angellini tomó este miércoles al mediodía la misma decisión que, en su momento, tomó un magistrado provincial: se declaró incompetente para intervenir en el piquete que, desde la semana pasada, se mantiene en avenida Circunvalación y Baigorria. Ante esta situación, el gobernador Jorge Obeid no descartó que pueda intervenir directamente la policía.
Consultado por Luis Novaresio, en De 12 a 14, Obeid aseguró que no descarta la intervención directa de la policía dado que tanto un juez de la justicia provincial como uno de la justicia federal se declararon incompetentes. De todos modos, dejó en claro que apuesta a la salida pacífica. "Seremos respetuosos de no usar mecanismos de represión policial para resolver un conflicto social, porque se deben resolver con diálogo y persuasión".
Pero luego puntualizó: "Lo que está ocurriendo aquí es algo distinto. Es un pequeño grupo de personas, ya no se justifica como un problema social, que llevan adelante una serie de acciones antisociales e impiden circulación de rosarinos", planteó. Y sostuvo que es una protesta que "se enmascara como conflicto de tipo social". Y reclamó: "Para resolver este problema, como hemos resuelto problemas parecidos hace algunos años, necesitamos del apoyo del sistema judicial".
Por su parte, el subsecretario de Gobierno de la Municipalidad de Rosario, Fernando Asegurado, reclamó por la tarde en Radio 2 “un cambio de actitud”, ya que “no se trata de una cuestión de jurisdicción”.
Según el funcionario, ante la noticia de que Angellini se declaró incompetente, “lo que hicieron los abogados de la Municipalidad fue pedir la intervención de (la jueza Georgina) Depetris” para que continúe con las acciones, ya que en el piquete “hay una conducta ilícita” y la medida “se esta convirtiendo en una falta”.
Asegurado insistió con que, luego del temporal de marzo y abril, “la Municipalidad mantuvo cientos de reuniones con los vecinos y no se ha cansado de trabajar”. “Pero no creemos que sea ésta la metodología de protesta a la cual vamos a responder”, señaló en diálogo con Alberto Lotuf en De tarde en tarde.
“Piden resarcimiento económico, pero son de lugares en los que tenemos dudas que haya entrado agua durante el temporal”, agregó el subsecretario, a la vez que aclaró que “no se pide represión ni desalojo, sólo un cambio de actitud; una negociación, una intermediación. Pero el canal se dialogo se ha cerrado y a través de justicia se está buscando una tregua”.
Más temprano, el intendente Miguel Lifschitz volvió a cargar contra el reclamo de los vecinos. "Es un capricho, una extorsión de algunos sectores", dijo el intendente. "Hemos hecho todo lo posible, es una ruta de jurisdicción nacional y tienen que actuar las fuerzas de seguridad provinciales y la Justicia federal. Otras veces hubo actuaciones más rápidas, hicimos la presentación la semana pasada", señaló Lifschitz. Y abundó: "Son perjuicios muy grandes, los vecinos están incomunicados y los camioneros ven afectado su trabajo".
Por último, el intendente apuntó que el piquete "es parte de una costumbre que se está instalando en la sociedad". "De los que quieren expresar algo, demandar algo y corta la calle para que se los atienda. No hay necesidad de cortar una calle para ser atendido", concluyó.