El acampe en la plaza San Martín continuaba este lunes a la noche aunque de manera parcial. Es que, si bien los integrantes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) permanecerán en espera de una reunión informal que mantendrán este martes a las 11.30, los carros de los cartoneros abandonaron la calle Santa Fe, frente a la sede de la delegación provincial, porque alcanzaron un acuerdo con las autoridades.
“Se resolvieron los principales puntos del reclamo, sobre todo la construcción de un galpón para la cooperativa en Olive y Gambeta”, aseguró a Rosario3.com el presidente de la agrupación que reúne a unas 300 familias con carros, Carlos Miere, este lunes a la noche.
El acuerdo encendió algo de esperanza en que la manifestación con acampe en pleno centro se resuelva a una semana de haberse iniciado. De hecho, como este lunes a la tarde no hubo conversaciones (y se especulaba con un posible desalojo) desde la CCC pidieron que la Iglesia Católica actúe como mediadora.
Las diferencias fueron definidas por la provincia a través del subsecretario de Promoción Comunitaria, Alejandro Goldberg, quien aseguró que la mayoría de las demandas contenidas en el petitorio entregado por los acampantes está dentro de la lógica, pero que de ninguna manera es posible entregar 200 mil pesos mensuales a la CCC para que los reparta entre "familias que integran el movimiento". "A los otros items no les encontramos mayores problemas", afirmó el funcionario.
“Nosotros desmentimos que hayamos pedido esa cifra para la organización, lo que solicitamos fueron 100 pesos por persona para superar las condiciones difíciles del frío y como somos unos dos mil, dijeron eso. Fue una mala jugada”, aseguró Eduardo Del Monte, titular de esa organización social.
Más allá de las diferencias, este martes habrá una nueva reunión entre las partes cerca de las 11.30 aunque de manera informal para acercar las posturas.
Postal de la pobreza
Mientras, la plaza San Martín se ha convertido en una verdadera postal de la pobreza extrema. Cientos de militantes unidos en la Corriente Combativa y Clasista (CCC) cumplen este martes siete días acampando en el lugar en reclamo de asistencia social y ayuda económica, con lo que se ha ido acumulando gran cantidad de desperdicios, situación que se agrava con la ausencia de baños que obligan a la gente a hacer sus necesidades en los árboles.
El crítico panorama –al que ahora se le suman las bajísimas temperaturas y el peligro en potencia ante el nutrido número de niños en el campamento –, se vio agravado por otra protesta que se desarrolló en paralelo: la de los carreros, quienes junto a sus caballos, mantuvieron hasta este lunes a la noche una medida de fuerza en la misma plaza, incrementando la suciedad generada y las condiciones antihigiénicas en el lugar.
Los carreros trabajan con la basura, la que juntan de la calle, trasladan con sus carros tirados por caballos y venden por centavos. En diálogo con Radio 2, uno de ellos explicó la movida. “Somos una cooperativa que integra unas 250 familias. Siempre fuimos discriminados, no nos dejan ingresar al centro ni siquiera con una carreta y esto nos hace muy difícil el trabajo”.